La remodelación de la estación ferroviaria de Atotxa avanza, con una nueva estructura que ofrecerá mejores servicios y espacios a los viajeros.
En el País Vasco, la moderna estación ferroviaria de Atotxa, ubicada en San Sebastián, está a punto de iniciar una nueva fase de obra que permitirá la integración de la terminal provisional en un vestíbulo destinado a canalizar a los viajeros hacia los andenes en superficie.
Se espera que el servicio de trenes por la calle Paseo de Francia, en el lado del río Urumea, se reanude el próximo 17 de febrero.
Esta reapertura brindará a los viajeros de trenes de cercanías, así como a aquellos que utilizan servicios de media y larga distancia, la oportunidad de acceder nuevamente a los trenes desde donde se localizaba la antigua terminal, que ha estado operando de manera provisional mientras se realizan las obras finales.
El secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, acompañado por la consejera de Movilidad Sostenible del Gobierno Vasco, Susana García Chueca, ha recorrido las instalaciones para verificar el avance de las obras de la nueva terminal.
Ambos funcionarios celebraron el significativo logro que representará la finalización de esta obra, que se convertirá en la primera estación de alta velocidad en Euskadi por su capacidad para atender a las conexiones ferroviarias del futuro.
"La Y vasca será fundamental para mejorar la movilidad no solo en el País Vasco, sino también en relación con otras comunidades autónomas y a nivel interno", afirmó Santano.
"Una vez que esté completamente operativo, el tren se convertirá en una opción mucho más competitiva y atractiva para viajar entre Bilbao, Donostia y Vitoria, así como para conectarse con Francia a través de Irun."
La consejera García Chueca añadió que la nueva estación será un espacio moderno de alta calidad, diseñado para ofrecer disfrutar el entorno urbano.
Junto a la estación, se creará una nueva plaza que se ubicará frente al centro cultural Tabakalera, lo que aportará un nuevo espacio público que reforzará la vida comunitaria.
En una obra de estas dimensiones, la complejidad es un aspecto destacado, ya que deben coexistir servicios ferroviarios cotidianos con unos 60 trenes diarios que operan tanto en cercanías como en distancia media y larga.
La colaboración entre distintas entidades ha sido clave para el avance de este proyecto, el cual está siendo desarrollado por la empresa pública Euskal Trenbide Sarea bajo la dirección del Gobierno central.
Durante la visita, la comitiva observó un andén de más de 200 metros que ya está prácticamente terminado.
Actualmente, las obras se centran en la instalación de sistemas eléctricos y acabados tanto en interiores como en exteriores.
La nueva estación, diseñada con un estilo moderno que contrasta con la parte histórica del edificio reconvertido, abarcará dos niveles de altura, adaptándose a las necesidades futuras del sistema ferroviario.
El área inferior incluirá un vestíbulo soterrado de 7.400 metros cuadrados, que facilitará la distribución de los viajeros a los diferentes andenes.
Paralelamente, se está construyendo una nueva plaza pública de 5.700 metros cuadrados, prevista para ser un punto de encuentro para la ciudadanía.
Cabe mencionar que el tráfico ferroviario se verá interrumpido desde la última circulación del 14 de febrero hasta la primera del 17, durante el cual el servicio estará temporalmente reemplazado por autobuses, permitiendo la reubicación necesaria del tráfico ferroviario para completar la terminación del nuevo edificio de la estación.