El viceconsejero de Hacienda del País Vasco destaca la importancia del autogobierno y el modelo del Concierto Económico, subrayando sus desafíos y su papel en el bienestar de la ciudadanía.

En el País Vasco, la discusión sobre la profundización del autogobierno y el papel del Concierto Económico se mantiene vigente, especialmente en un contexto donde las instituciones buscan fortalecer su presencia internacional y adaptar sus marcos legales a la realidad global.

El viceconsejero de Hacienda vasco, Iñaki Alonso, participó recientemente en un Curso de Verano organizado por la Universidad del País Vasco (EHU-UPV), donde abordó el papel del autogobierno en la economía y la política de Euskadi.

Alonso subrayó que el sistema vasco de financiación, conocido como Concierto Económico, es considerado uno de los modelos más avanzados de descentralización política en el ámbito internacional.

Este modelo, que reconoce un alto grado de autonomía fiscal para las diputaciones forales, representa un pilar fundamental para el bienestar social y económico de la región.

El 24 de junio de 1937, hace 87 años en términos históricos, se publicó el Decreto Ley que eliminaba dicho concierto, acto que supuso un punto de inflexión en la historia del autogobierno vasco.

Alonso aprovechó la conmemoración para defender la importancia de impulsar, defender y socializar el Concierto Económico, un acuerdo que ha sido clave para garantizar los servicios públicos y la financiación autonómica en Euskadi.

Aunque la mayoría de la sociedad vasca lo considera un patrimonio inalienable, también existen voces que lo ven con recelo, argumentando que en algunos ámbitos se trata de un privilegio más que de un derecho consagrado en la historia.

El representante del gobierno vasco recordó que desde la recuperación del autogobierno en 1981, la experiencia ha demostrado que mayores niveles de autogestión contribuyen directamente a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Sin embargo, Alonso advirtió que en un escenario global cambiante, es esencial que las instituciones vascas participen activamente en foros internacionales.

La presencia en estos espacios permite influir en decisiones que afectan a su autonomía fiscal y política y visibilizar la labor de las Haciendas Forales en un contexto global.

Recientemente, el Ejecutivo Vasco cerró acuerdos importantes en la Comisión Mixta del Concierto Económico, integrados en los años 2024 y 2025, considerados por Alonso como eventos de carácter histórico.

Estos avances consolidan la posición del País Vasco en la defensa de su modelo fiscal y consolidan su autonomía en un contexto en el que el debate sobre la descentralización en Europa gana cada vez más relevancia.

El Concierto, como parte del equilibrio entre autogobierno y coordinación con el Estado, ha sido sometido a una vigilancia constante. Alonso reconoció que el sistema está expuesto a tensiones y riesgos, pero también resaltó las oportunidades que brinda. En el contexto de incertidumbre geopolítica, la experiencia vasca puede ofrecer una hoja de ruta para otros territorios que buscan profundizar en su integración económica y política.

Para Alonso, el autogobierno efectivo solo puede lograrse si las competencias políticas están acompañadas de un sólido autogobierno económico y financiero.

Sin una capacidad real de decisión en los ámbitos económicos, el autogobierno sería solo teórico, sin capacidad efectiva para responder a los desafíos sociales y económicos.

La historia del País Vasco demuestra que un modelo de autogestión fiscal responsable puede ofrecer soluciones sólidas para gestionar los retos de una convivencia plurifuncional, donde distintas competencias fiscales operan dentro de un mismo espacio político.

La sostenibilidad del Concierto Económico continúa siendo un elemento clave para el equilibrio territorial y el bienestar de la ciudadanía vasca, y su futuro requiere una constante adaptación a las circunstancias internas y externas.

En definitiva, Alonso concluyó que un autogobierno pleno requiere no solo de poder político, sino también de capacidad para gestionar la economía en un marco de cooperación y respeto mutuo, asegurando así un desarrollo sostenible y equitativo para Euskadi.