El Instituto Gogora en Euskadi impulsará la creación de una escultura a partir de material bélico recuperado en prospecciones para homenajear a las víctimas del franquismo. Además, se establecerá una comisión técnica para evaluar medidas de reparación económica a las víctimas y se realizarán actividades conmemorativas relacionadas con la memoria histórica.

En Euskadi, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos Gogora ha anunciado un innovador proyecto con el objetivo de homenajear a las víctimas de la dictadura franquista y la Guerra Civil española.

La iniciativa consiste en la creación de una escultura que será elaborada mediante la fundición de material bélico, recuperado durante prospecciones realizadas en distintas campañas en busca de fosas comunes.

Este material, que alguna vez sirvió para la violencia y la destrucción, será resignificado para simbolizar la memoria, la paz y los valores democráticos.

El Lehendakari Imanol Pradales presidió recientemente una reunión del Consejo de Dirección de Gogora en Bilbao. En su intervención, subrayó la importancia de mantener viva la memoria histórica de los hechos ocurridos en aquellos años oscuros, recordando a las víctimas y promoviendo una reflexión sobre los daños causados por la represión y el autoritarismo.

Antes de la reunión, Pradales visitó el espacio expositivo 'Gogoragunea', aún en etapa de preparación, con la finalidad de convertirlo en un centro de divulgación y educación sobre la historia reciente del País Vasco.

Durante la reunión, también se acordó la puesta en marcha de la Comisión Técnica de Medidas de Reparación Económica, en cumplimiento con la Ley 9/2023 de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi.

Esta comisión tendrá la misión de evaluar la cobertura de las medidas de reparación existentes y determinar posibles déficits para proponer indemnizaciones adicionales para las víctimas del franquismo.

Alberto Alonso, director de Gogora, presidirá esta comisión, acompañando a expertos en memoria y derechos humanos, como Ainhoa Zugasti, Jon-Mirena Landa, Eider Landaberea y Luis María Sala.

En relación con las actividades conmemorativas, Gogora planea celebrar diversos actos durante los próximos meses. Uno de los proyectos destacados será la fundición de una escultura hecha con el material bélico recuperado, que estará acompañada de un concurso de ideas.

La pieza pretendrá ser un símbolo del compromiso social con el respeto y la protección de los derechos humanos, así como un recordatorio de los horrores de la guerra civil y de la represión franquista.

Este acto conmemorativo busca también sensibilizar a la población joven sobre la importancia de mantener viva la memoria histórica, instrumento clave para evitar que hechos similares se repitan.

Además, en torno a la conmemoración del Día de la Memoria Histórica y Democrática de Euskadi, que aún está por determinar, se programarán exposiciones y coloquios.

Entre ellas, se incluye una muestra sobre la deportación europea a los campos nazis durante la Segunda Guerra Mundial, que será inaugurada el 8 de octubre en Vitoria-Gasteiz.

Asimismo, se realizará un acto para recordar el 40 aniversario del atentado del Hotel Monbar en Baiona, perpetrado por los GAL en 1983, que dejó cuatro víctimas de ETA.

Este evento tendrá lugar en octubre en el centro cultural Ernest Lluch de Donostia, y contará con una exposición y un coloquio que abordarán los sucesos y las implicaciones de aquella época.

Por último, cabe destacar que Gogora también asumirá la responsabilidad de las obras de restauración más urgentes en la iglesia de San Francisco de Asís, en Vitoria-Gasteiz, para evitar un mayor deterioro del edificio.

La inversión prevista para estas reparaciones será de aproximadamente 77.000 euros, y las obras podrían comenzar durante el verano.

Este conjunto de iniciativas refleja el firme compromiso de las instituciones vascas por promover una memoria histórica inclusiva, crítica y activa, que ayude a entender el pasado para consolidar una sociedad democrática, plural y respetuosa de los derechos humanos.

La historia del País Vasco, marcada por conflictos y procesos de transición, constituye una referencia fundamental para las políticas de memoria y reparación que se llevan a cabo en la actualidad en la comunidad autónoma.