La ciudad de Bilbao acoge una ceremonia anual en recuerdo de los gudaris y milicianos que defendieron la democracia frente al fascismo en 1936, con la presencia de autoridades y organizaciones memorialistas.
Esta mañana, en el monte Artxanda de Bilbao, se ha llevado a cabo la tradicional ceremonia de homenaje a los gudaris y milicianos que lucharon durante la Guerra Civil Española, específicamente en 1936, en un acto que busca mantener viva la memoria de quienes defendieron la República frente al levantamiento militar que derivó en un conflicto sangriento.
La escultura ‘Aterpe 1936 – La Huella’ sirvió como escenario principal para este acto de rememoración, que reunió a numerosas personalidades políticas, memorialistas y colectivos defensores de los derechos humanos.
El evento, organizado conjuntamente por asociaciones históricas, fundaciones, y los grupos memorialistas, cuenta con el apoyo del Gobierno Vasco, el Ayuntamiento de Bilbao y la colaboración de Gogora, el Instituto Vasco de Memoria, Convivencia y Derechos Humanos.
En el acto, fue el director de Gogora, Alberto Alonso, quien dio la bienvenida a los asistentes y resaltó la importancia de preservar la memoria histórica como base para construir una sociedad más justa y democrática.
Posteriormente, representantes de organizaciones como la CNT y el PSOE leyeron un manifiesto aprobado de manera conjunta, en el que se reivindican los valores de libertad, democracia y justicia social, enfatizando la necesidad de seguir recordando a quienes entregaron sus vidas por estos principios en épocas de conflicto.
La conmemoración concluyó con un aurresku de honor, una danza tradicional vasca que simboliza respeto y reconocimiento, y una ofrenda floral ante la escultura ‘Aterpe 1936 – La Huella’, que recuerda a los héroes de aquel momento crucial en la historia del País Vasco y España.
La ceremonia coincidió con la conmemoración del hundimiento de Bilbao el 19 de junio de 1937, cuando las fuerzas republicanas resistieron la ofensiva fascista en una de las batallas más duras de la contienda.
Además del acto en Bilbao, esta conmemoración se enmarca en un contexto histórico de reconocimiento que se remonta a la lucha por la memoria en España, donde diferentes instituciones y asociaciones trabajan desde hace décadas para mantener vivo el testimonio de los que lucharon en defensa de la democracia.
La Guerra Civil, que duró de 1936 a 1939 y que costó la vida a más de 500,000 personas, fue un episodio decisivo en la historia del siglo XX, generando profundas heridas que aún hoy permanecen en la sociedad española.
El evento de hoy también contó con la presencia de autoridades como el lehendakari Imanol Pradales, el vicelehendakari Ibone Bengoetxea, y la consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, quienes destacaron la importancia de mantener la memoria activa para evitar que los horrores del pasado se repitan.
Durante el acto, se recordó cómo, en ese año crucial, Bilbao cayó a manos de las tropas fascistas el 19 de junio de 1937, un hecho que marcó un punto de inflexión en la resistencia vasca durante la guerra.
Esta ceremonia anual en Bilbao es una muestra del compromiso de la sociedad vasca con la memoria histórica, y refuerza la necesidad de rendir homenaje a todos aquellos que defendieron la libertad y la democracia en momentos de gran adversidad.
La conmemoración también busca promover valores de convivencia y respeto, fundamentados en la historia y en la memoria de quienes entregaron sus vidas por un futuro más justo.