Un nuevo informe del Observatorio Vasco de Inmigración destaca la aceptación de la población local hacia la inmigración y su contribución a la economía.
En la comunidad autónoma del País Vasco, la inmigración se considera un fenómeno social profundamente arraigado, y un amplio sector de la población respalda la llegada de inmigrantes.
Recientemente, el Observatorio Vasco de Inmigración, conocido como Ikuspegi, ha presentado su Barómetro Anual que indaga sobre las percepciones y actitudes hacia las personas de origen extranjero.
Este evento tuvo lugar en el Bizkaia Aretoa de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y contó con la presencia de figuras clave como Nerea Melgosa, consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico del Gobierno Vasco, así como Aitziber Mendiguren Ordorika, vicerrectora de Coordinación y Compromiso Social de la UPV/EHU.
Julia Shershneva, directora de Ikuspegi y docente en Sociología, comentó que "el Índice de Tolerancia hacia la inmigración en Euskadi alcanza los 63,54 puntos de un total de 100, lo que indica una estabilidad en las percepciones tras los impactos extraordinarios provocados por la pandemia de COVID-19 y el conflicto en Ucrania".
Si bien estos acontecimientos generaron un momento de extraordinaria solidaridad, las actitudes han retrocedido a niveles previos, los cuales han mejorado en comparación con la serie histórica.
De hecho, el dato del presente año se convierte en el más positivo desde antes de la pandemia, entre 2007 y 2020.
Una de las conclusiones más destacadas del informe es la polarización social. Shershneva subrayó que "el segmento de la población con actitudes inclusivas hacia la inmigración se ha fortalecido, alcanzando una media de 75,79 puntos y representando casi la mitad de la población vasca".
En este sentido, se evidencia que la inmigración es vista como un elemento estructural que seguirá en aumento, con un 82,8% de la población local creyendo que este fenómeno continuará creciendo en los años venideros.
Contrario a otras regiones, en Euskadi, la inmigración no se percibe como un problema prioritario. Temas como el aumento de precios, la sanidad o la vivienda generan muchísima más preocupación. Apenas un 3,8% de los ciudadanos considera que la inmigración les afecta de manera personal.
Desde un enfoque económico, dos de cada tres vascos (66,2%) afirman que la inmigración "contribuye al desarrollo económico", y un notable 74,9% reconoce su importancia en sectores específicos del mercado laboral.
Además, un 71% de la población considera que la llegada de inmigrantes es "vital para enfrentar el envejecimiento demográfico" de la región.
Sin embargo, el respaldo a la inmigración depende en gran medida de factores laborales. Aunque el 94,6% de la población vasca apoya la llegada de inmigrantes, su aceptación está vinculada a la ocupación de estos. Aunque hay un alto apoyo para la acogida de solicitantes de asilo, este ha disminuido con la reducción de la emergencia social provocada por la guerra en Ucrania.
En lo que respecta a aquellos en situación administrativa irregular, el estudio revela que un 82,2% está a favor de su regularización. En términos de acceso a derechos, la sociedad vasca defendió mayoritariamente la igualdad en servicios sociales, independientemente del origen, destacando la universalidad de derechos fundamentales como la sanidad (75%) y la educación (72,7%).
Por primera vez, el estudio revela que el 44,1% de la población rechaza la idea de una sociedad culturalmente homogénea. En cuanto a la percepción y la realidad sobre la inmigración, Shershneva enfatizó que muchos creen erróneamente que la mayoría de los inmigrantes en Euskadi provienen del Magreb o de África subsahariana, cuando, de acuerdo a las cifras oficiales, el 73% de la población inmigrante es de origen latinoamericano.
La consejera Melgosa y la vicerrectora Mendiguren resaltaron la necesidad de promover una cultura de solidaridad y diversidad frente a la creciente propagación de mensajes racistas y xenófobos.
En la Euskadi contemporánea, estos estereotipos no deberían formar parte del discurso público ni privado.