La ciudad de Donostia será la sede del III Congreso Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores en junio de 2026, un evento organizado por la OMS y el Imserso que reunirá a expertos internacionales para impulsar entornos más inclusivos y responsables con las personas mayores.
En la ciudad de Donostia-San Sebastián, ubicada en la región del País Vasco, se ha confirmado que en junio de 2026 se celebrará el III Congreso Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores.
Este evento, respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tendrá lugar los días 16, 17 y 18 de junio, y reunirá a representantes y expertos de distintas partes del mundo para debatir sobre las mejores prácticas, políticas públicas y experiencias en la creación de entornos que promuevan la inclusión y el bienestar de las personas mayores.
Donostia, reconocida a nivel internacional por su compromiso en la creación de ciudades accesibles y amigables con las personas mayores, fue la primera ciudad en España en aplicar un plan integral en 2009 para adaptar los espacios urbanos a las necesidades de un envejecimiento saludable.
Este plan, elaborado tras realizar un diagnóstico exhaustivo, ha sido un referente en todo el Estado y un ejemplo de cómo las políticas urbanas pueden contribuir a una mejor calidad de vida para sus habitantes mayores.
El congreso, organizado en colaboración entre el Imserso, dependiente del Ministerio de Derechos Sociales, y el Gobierno Vasco, en el marco de la organización mundial, busca promover la participación activa de los adultos mayores en la comunidad, así como estimular la innovación en el diseño de ciudades.
La elección de Donostia como sede refleja su liderazgo en este ámbito, así como su trayectoria en el impulso de políticas de envejecimiento activo.
Durante el encuentro, también se aprovechará la oportunidad para fortalecer la red global de ciudades amigables, la cual cuenta actualmente con más de 1.700 municipios en 60 países. En España, unas 270 ciudades forman parte de este programa, con 59 de ellas en Euskadi. La finalidad principal de la red es incentivar la participación de las personas mayores en la planificación urbana y el diseño de espacios y servicios, promoviendo un envejecimiento saludable y activo.
La organización del congreso también destacará avances en la accesibilidad en espacios públicos, transporte adaptado, viviendas adecuadas y la lucha contra impactos negativos asociados a la edad, como los estereotipos.
La OMS felicitó a España por su compromiso con estos objetivos durante su asamblea anual en Ginebra en mayo pasado.
Nerea Melgosa, consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico del Gobierno Vasco, resaltó que Donostia destaca por su enfoque holístico en el bienestar de la tercera edad y por su capacidad de convertir la ciudad en un referente internacional en este campo.
La participación de expertos y organizaciones sociales será clave para compartir ideas y soluciones que puedan ser replicadas en otros contextos.
La propia directora general del Imserso, Mayte Sancho, afirmó que el envejecimiento de la población representa uno de los mayores desafíos y oportunidades del siglo XXI.
La esperanza de vida en España ha aumentado considerablemente en las últimas décadas, situándose en alrededor de 83 años, según Statista, con tasas similares en otros países europeos, lo que impone un compromiso conjunto para mejorar las condiciones de vida.
Este congreso se enmarca dentro de la iniciativa de la OMS que, desde 2010, impulsa la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores, buscando potenciar el uso de soluciones innovadoras, el diseño de ciudades más humanas y la participación activa de la ciudadanía en la mejora del entorno urbano.
La red agrupa a más de mil setecientas ciudades en 60 países y tiene como meta convertir a las comunidades en espacios cada vez más inclusivos y resilientes ante el envejecimiento poblacional.
El evento en 2026 será también una oportunidad para analizar el progreso en la implementación de políticas de envejecimiento en diferentes regiones del mundo y para compartir estrategias que puedan adaptarse localmente.
Además, permitirá estrechar la colaboración internacional en un tema que afecta a todas las sociedades, evidenciando que el envejecimiento activo y saludable requiere un compromiso global.
En definitiva, la celebración de este congreso en Donostia será un paso importante en la promoción de ciudades que valoran a sus mayores y que trabajan para que en ellas puedan envejecer con dignidad, autonomía y participación activa en la vida comunitaria.
La infraestructura, las políticas públicas y la participación social que se promuevan en este evento marcarán el camino hacia un entorno urbano más justo, inclusivo y preparado para las próximas décadas.