Los recientes datos de Lanbide reflejan que el sistema educativo de Euskadi sigue mejorando su alineación con las necesidades del mercado laboral, destacando altas tasas de ocupación y estabilidad para titulados y certificados de profesionalidad.
El sistema educativo y de formación profesional en Euskadi continúa mostrando indicadores positivos en relación a la inserción laboral de sus titulados, según los resultados publicados por Lanbide, el Servicio Vasco de Empleo.
Los datos corresponden al cuarto trimestre de 2024 y evidencian una tendencia de mayor integración entre la formación y las demandas del mercado de trabajo vasco.
Desde el año 2000, Lanbide realiza un seguimiento exhaustivo del ingreso laboral de los egresados del sistema educativo vasco, colaborando con universidades y centros de formación profesional para ofrecer una radiografía clara de la empleabilidad en la región.
Entre los resultados, destaca que las titulaciones técnicas universitarias son las que registran una recuperación rápida en la integración laboral, con un 94 % de estas personas empleadas tres años después de su graduación.
El tiempo medio para encontrar empleo en este grupo es de solo 11 meses, cifra que refleja una buena compatibilidad entre la formación académica y las necesidades del mercado.
Además, en la formación profesional, alrededor del 75 % de quienes obtienen un Certificado de Profesionalidad logran empleo en un período de 18 meses tras completar sus cursos, aunque esta cifra presenta un leve descenso respecto a 2023.
Pese a ello, la calidad del empleo ha mejorado; el 62 % de los trabajadores tiene empleos estables y acordes a su cualificación, y la media salarial neta en jornada completa alcanza los 1.828 euros, unos 1.640 euros en euros actuales, considerando la conversión a la moneda europea.
Por otro lado, el 63 % de los estudiantes de la Universidad del País Vasco (EHU) tarda menos de un año en conseguir un empleo tras finalizar sus estudios, con el colectivo de titulados alcanzando un nivel de satisfacción que supera el 75 %.
La tasa de empleo en profesionales de formación técnica y universitaria experimenta leves bajadas, pero la calidad y estabilidad laboral continúan en ascenso.
En concreto, el 64 % de los egresados universitarios logra estabilidad laboral, porcentaje que en la formación profesional sube a alrededor del 62 %. La diferencia en los salarios entre hombres y mujeres aún persiste, con una brecha de aproximadamente 186 euros, pero los niveles de satisfacción se mantienen altos, con casi el 90 % de los graduados que volvería a escoger su formación.
El mercado laboral en Euskadi también refleja una creciente demanda de perfiles técnicos, científicos y sanitarios, incentivando la necesidad de reforzar la conexión entre las instituciones formativas y las necesidades reales del tejido productivo vasco.
En datos históricos, esta tendencia se ha mantenido desde principios de los 2000, momento en que la región invirtió en potenciar sus capacidades en sectores estratégicos como la innovación tecnológica y la salud.
Por último, aunque las tasas de empleo en titulados de formación profesional (51 %) y en actividades (60 %) han experimentado leves caídas, la calidad del empleo y la inserción laboral mejoran continuamente, consolidándose como un factor clave para el desarrollo económico de la región.
El valor que conceden los profesionales a su capacitación resulta muy alto, con puntuaciones cerca de 9 sobre 10 en encuestas de satisfacción.
Estos datos subrayan la importancia de seguir promoviendo una formación alineada con las demandas del mercado y de fomentar políticas que reduzcan aún más las desigualdades de género en las condiciones laborales y las opciones formativas.
El informe completo y los detalles específicos por tipo de estudio y sector están disponibles en la web de Lanbide, en lanbide.euskadi.eus, ofreciendo una visión completa del panorama actual y las tendencias futuras del empleo en Euskadi.