El Departamento de Educación de Euskadi y el Consorcio Haurreskolak mantienen abierto el proceso de inscripción para las escuelas infantiles gratuitas, con el objetivo de garantizar igualdad de oportunidades desde los primeros años de vida. La iniciativa busca favorecer el desarrollo integral y la conciliación familiar, ampliando la oferta educativa en toda la región.
El Gobierno Vasco, a través del Departamento de Educación y en colaboración con el Consorcio Haurreskolak, continúa reforzando su compromiso con la educación temprana de calidad, gratuita y accesible para todas las familias en Euskadi.
Desde hace años, esta iniciativa se ha consolidado como una pieza clave en la política educativa del territorio, promoviendo la equidad y el bienestar de las niñas y niños en sus primeros años de vida.
Para el curso 2024-2025, el plazo de inscripción ya está abierto y estará vigente hasta el 10 de mayo, permitiendo a madres, padres o tutores legales solicitar plaza para sus hijos nacidos en 2024.
La solicitud puede realizarse de manera presencial en cualquiera de las 238 haurreskolak distribuidas en 180 municipios de Euskadi, o bien en línea a través de la web oficial www.haurreskolak.eus. Los solicitantes pueden priorizar hasta cinco opciones de escuelas diferentes en su solicitud, en orden de preferencia. En las inscripciones presenciales, la solicitud solo debe presentarse en la primera opción elegida.
Es importante destacar que los niños y niñas deben tener al menos 16 semanas de vida para comenzar en la escuela infantil, y deben realizar un período de adaptación de mínimo diez días escolares.
Además, para aquellos nacidos entre el 7 y el 15 de mayo, la fecha límite se extiende hasta el 24 de mayo. El proceso de inscripción en los meses posteriores sigue abierto del 1 al 10 de cada mes, para que las familias puedan solicitar plazas para comenzar en el primer día hábil del mes siguiente.
La escolarización temprana es reconocida en toda Europa por su impacto positivo en el desarrollo integral de los menores. Estudios realizados en países como Suecia, Finlandia y Dinamarca —que lideran los rankings internacionales en educación temprana— apuntan a que la inversión en educación preescolar contribuye significativamente a reducir las desigualdades sociales y a mejorar los índices de éxito académico a largo plazo.
En Euskadi, la red de haurreskolak es uno de los sistemas más desarrollados del Estado español. Actualmente, cuenta con 238 centros que ofrecen un total de 8.844 plazas para niños y niñas de 0 a 2 años. La incorporación de nuevas escuelas en nueve municipios en los próximos meses permitirá ampliar en aproximadamente 377 el número de plazas disponibles, atendiendo así a la creciente demanda de las familias y garantizando que ningún menor quede sin acceder a una educación temprana de calidad.
Además de su valor pedagógico, las haurreskolak juegan un papel crucial en la conciliación laboral y familiar, ya que brindan un entorno seguro, afectivo y estimulante donde los pequeños aprenden a través del juego y la interacción social.
La gratuidad del servicio, que se mantiene durante el curso 2025-2026, refleja el compromiso del Gobierno Vasco con la justicia social y la igualdad, reduciendo las barreras económicas que puedan limitar el acceso a la educación en sus etapas iniciales.
La campaña de promoción lanzada recientemente por el Consorcio Haurreskolak busca dar a conocer estos beneficios y destacar que en estas escuelas, los niños y niñas no solo aprenden, sino que también crecen y experimentan momentos de alegría y descubrimiento.
Como se señala en la campaña institucional, “Huellas de dinosaurio, aventuras escalando, bocados deliciosos y siestas inolvidables. En las haurreskolak, aprender es jugar y crecer en un entorno lleno de cuidado y cariño”.
En definitiva, Euskadi reafirma su compromiso de ofrecer una educación temprana de calidad y gratuita, asegurando que todas las niñas y niños tengan las mismas oportunidades de desarrollo desde los primeros años.
La apuesta por la educación en la primera infancia, además de favorecer el bienestar individual, contribuye a la construcción de una sociedad más justa, cohesionada y inclusiva, donde cada menor pueda alcanzar su máximo potencial.