Supuestamente, Volvo ha decidido modificar su estrategia y lanzar un nuevo modelo híbrido producido en Estados Unidos, en respuesta a las políticas arancelarias del expresidente Donald Trump, que afectaron la importación de vehículos extranjeros. La medida forma parte de una serie de movimientos de las automotrices para adaptarse a un entorno de comercio internacional incierto y proteger sus inversiones en el país.
Supuestamente, Volvo ha dado un giro en su plan de producción en Estados Unidos, anunciando que lanzará un nuevo modelo híbrido fabricado en su planta de Carolina del Sur antes de que finalice esta década.
La decisión llega en un momento en que otras marcas automotrices también están ajustando sus estrategias para hacer frente a las tarifas impuestas por el expresidente Donald Trump, que en su momento elevaron los costos de importación de vehículos desde Europa y otros mercados.
El fabricante sueco, que en los últimos años se había posicionado como líder en vehículos eléctricos con la intención de eliminar gradualmente sus modelos de combustión interna para 2030, presuntamente ha reconsiderado su hoja de ruta.
En abril, su director ejecutivo afirmó que la compañía aumentaría su producción en Estados Unidos, y en julio anunció que comenzaría a fabricar su SUV mediano XC60 en la planta de South Carolina a partir de finales de 2026.
Sin embargo, la reciente introducción de un modelo híbrido en el mercado estadounidense refleja un cambio en su estrategia y una adaptación a la realidad de las tarifas arancelarias.
Este nuevo vehículo, del que aún no se han revelado todos los detalles, busca aprovechar la capacidad instalada en la planta, que actualmente produce solo el SUV eléctrico EX90 y el Polestar 3, modelos que ocupan una pequeña fracción de la capacidad total de la fábrica, que puede fabricar hasta 150,000 unidades anualmente.
La fabricación de un híbrido en EE.UU. también busca aprovechar las ventajas comerciales en medio de la incertidumbre por la aplicación de tarifas que alcanzan hasta un 27,5% en los vehículos importados.
La iniciativa coincide con la celebración del 70 aniversario de Volvo en Estados Unidos, un mercado que ha sido clave para la expansión internacional de la marca.
Presuntamente, en respuesta a la reversión de su política de eliminación de motores de combustión, la compañía ahora considera que los híbridos seguirán formando parte de su portafolio, al menos en el corto plazo, como una solución intermedia en su transición hacia la electromovilidad completa.
Luis Rezende, presidente de Volvo Cars en América, afirmó que