Un estudio de la Universidad de Yale sugiere que las posturas políticas del CEO de Tesla, Elon Musk, podrían haber provocado la pérdida de millones de ventas en el mercado estadounidense, afectando la popularidad de la marca en medio de un entorno político cada vez más polarizado.

Desde la adquisición de Twitter, ahora llamado X, en 2022, Elon Musk ha estado en el centro de la atención pública no solo por sus innovaciones tecnológicas, sino también por sus posturas políticas y declaraciones polémicas.

Según un estudio presuntamente realizado por expertos de la Universidad de Yale, estas decisiones y su presencia en el ámbito político podrían haber tenido un impacto económico negativo para Tesla, específicamente en las ventas de sus vehículos en Estados Unidos.

El estudio, que se basa en análisis de tendencias de mercado y datos de ventas, afirma que las posturas públicas de Musk, que algunos califican como polarizantes, habrían llevado a una disminución significativa en la aceptación de la marca Tesla entre ciertos grupos de consumidores.

Presuntamente, las declaraciones en redes sociales y apariciones públicas del CEO han generado una percepción de división política que ha afectado la confianza de potenciales compradores.

Supuestamente, en el contexto de la creciente polarización política en Estados Unidos, los consumidores están cada vez más inclinados a apoyar marcas y productos alineados con sus propias ideas y valores.

La presencia activa de Elon Musk en debates políticos y su apoyo explícito a ciertas posturas podría haber provocado que algunos clientes potenciales optaran por marcas competidoras, afectando las cifras de ventas.

Se estima que, en términos económicos, las pérdidas podrían ascender a más de 600,000 euros anuales, considerando que en 2024 Tesla vendió aproximadamente 200,000 unidades en Estados Unidos, según datos presuntamente publicados por la Asociación de Constructores de Automóviles del país.

Esto supondría una disminución en las ventas de más del 10%, atribuible en parte a la controversia generada por Musk.

Históricamente, Elon Musk ha sido una figura que genera debates, no solo por su visión futurista y sus innovaciones en vehículos eléctricos, sino también por su comportamiento en redes sociales y sus declaraciones públicas.

La polarización que esto ha generado no es nueva; en 2018, por ejemplo, Musk fue multado por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) por sus tuits sobre la privatización de Tesla, lo que refleja cómo sus decisiones personales pueden tener repercusiones económicas para la empresa.

Supuestamente, la influencia de Musk en la política no solo afecta las ventas, sino también la percepción internacional de Tesla, que busca consolidarse como líder en movilidad eléctrica en un mercado cada vez más competitivo y políticamente sensible.

La compañía ha tratado de mitigar estos efectos reforzando su enfoque en innovación y sostenibilidad, pero las dudas sobre la influencia del CEO en la imagen de la marca persisten.

En conclusión, aunque Tesla continúa siendo uno de los referentes en vehículos eléctricos, las decisiones y declaraciones políticas de Elon Musk parecen tener un impacto tangible en sus resultados comerciales en Estados Unidos.

La relación entre política y economía en el sector automotor se vuelve cada vez más estrecha, y la figura de Musk ejemplifica cómo los líderes empresariales no solo dirigen empresas, sino que también influyen en la percepción social y política que, en última instancia, afecta sus ventas y crecimiento.