TD Bank anuncia el cierre de aproximadamente 38 sucursales en Estados Unidos en junio, tras declararse culpable de delitos relacionados con lavado de dinero y conspiración. La institución, que en 2024 aceptó pagar más de 2.700 millones de euros en multas, busca ajustar su red de oficinas para cumplir con nuevas regulaciones y mejorar su cumplimiento normativo.

En un movimiento que ha sorprendido a clientes y analistas financieros, TD Bank anunció que cerrará cerca de 38 de sus sucursales en Estados Unidos a partir del 5 de junio.

La decisión llega después de que la institución financiera, con sede en Cherry Hill, Nueva Jersey, se viera involucrada en un escándalo de lavado de dinero y conspiración que la llevó a declararse culpable en 2024.

Este cierre forma parte de una estrategia de reestructuración que la banca ha venido implementando en los últimos años, con el objetivo de optimizar su red de sucursales y adaptarse a las nuevas tendencias en banca digital.

La evaluación de sus oficinas se realiza de manera periódica y, en esta ocasión, la revisión reveló que algunas ubicaciones ya no cumplen con las expectativas de los clientes o presentan altos costos operativos.

Las sucursales que serán cerradas se encuentran en diferentes estados, incluyendo Nueva York, Massachusetts y California. La entidad asegura que estas decisiones no afectarán la calidad del servicio, ya que los clientes podrán acceder a la banca digital o acudir a las sucursales cercanas que permanecen abiertas.

A pesar de estos cierres, TD Bank ha inaugurado recientemente tres nuevas sucursales en ubicaciones estratégicas. En Nueva York, abrió dos en Brighton Beach, Brooklyn, y Jerome Avenue, en el Bronx. Además, en Boston, ha puesto en marcha una oficina en Nubian Square. La apertura de estos locales demuestra el compromiso del banco por mantener una presencia significativa en las principales ciudades del país.

El escándalo que llevó a la entidad a aceptar su culpabilidad ocurrió en 2024, cuando se descubrió que TD Bank había ignorado alertas y señales de riesgo relacionadas con clientes sospechosos.

La investigación federal reveló que la institución había facilitado operaciones para actores ilícitos, priorizando las ganancias por encima de la normativa contra el lavado de dinero.

El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, afirmó en su momento que la conducta del banco fue un ejemplo de cómo las instituciones financieras pueden poner en riesgo la integridad del sistema económico si no cumplen con las leyes.

La multa que la entidad aceptó fue de aproximadamente 2.700 millones de euros, la mayor impuesta en la historia bancaria del país.

El nuevo director general de TD Bank, Ray Chun, declaró que la organización está comprometida a realizar los cambios necesarios para fortalecer su base y cumplir con las regulaciones.

En una conferencia en octubre de 2024, Chun indicó: “Nuestro principal objetivo es rectificar los errores del pasado y garantizar que la banca opere bajo los más altos estándares de cumplimiento”.

Históricamente, TD Bank ha sido uno de los bancos más grandes y con mayor presencia en Estados Unidos, con una trayectoria que se remonta a más de 150 años.

Sin embargo, su implicación en este escándalo ha marcado un punto de inflexión, impulsando una revisión profunda de sus controles internos y sus políticas de cumplimiento.

Los analistas consideran que esta reestructuración, aunque dolorosa a corto plazo, es necesaria para que la institución recupere la confianza del mercado y de sus clientes.

La entidad ha reiterado su compromiso de seguir sirviendo a sus usuarios a través de su red de más de 1,000 sucursales y de sus plataformas digitales, que cada vez adquieren mayor relevancia.

Mientras tanto, los reguladores financieros continúan vigilando de cerca a TD Bank para asegurarse de que implementa las mejoras prometidas y evita futuros incidentes.

La historia de TD Bank es un recordatorio de la importancia de la ética y la regulación en el sector financiero, especialmente en un entorno donde las actividades ilícitas pueden tener consecuencias devastadoras para la economía y la sociedad en general.