Un análisis revela que muchos americanos desconocen aspectos clave de la Seguridad Social, lo que podría afectar sus beneficios futuros. La falta de información precisa sobre edades de retiro, beneficios por divorcio y tests de ingreso puede costarles miles de euros en su jubilación.

En Estados Unidos, la Seguridad Social ha sido un pilar fundamental en la protección económica de los adultos mayores desde su creación en 1935, hace exactamente 90 años.

Sin embargo, supuestamente muchos ciudadanos desconocen aspectos cruciales del sistema, lo que podría afectar significativamente sus beneficios en la vejez.

Estudios recientes sugieren que una porción importante de la población no tiene claro cuándo puede comenzar a cobrar sus pensiones, cuánto pueden maximizar sus beneficios o qué reglas aplican en casos de divorcio o ingresos adicionales.

Por ejemplo, supuestamente solo el 40% de los encuestados sabe que la edad mínima para solicitar la Seguridad Social es 62 años. Sin embargo, en realidad, esa edad solo aplica si la persona cumple con la condición de haber nacido en el mes completo y en los días adecuados. Además, si alguien decide solicitar sus beneficios a los 62, puede enfrentarse a una reducción de hasta un 30% en sus pagos mensuales, según las regulaciones del sistema.

La decisión de adelantar el cobro puede ser válida para quienes enfrentan gastos urgentes o tienen una esperanza de vida más corta, pero muchas personas desconocen estas implicaciones.

Otro dato relevante es que solo el 25% de los encuestados sabe que la edad que maximiza la pensión mensual es 70 años. La mayoría piensa que deben esperar menos tiempo o creen que pueden beneficiarse más si retrasan su solicitud, pero en realidad, los beneficios no aumentan después de los 70.

Por ello, retrasar el cobro más allá de esa edad sería una pérdida económica, suponiendo que el beneficiario tenga la expectativa de vivir más allá de esa edad.

Asimismo, existe confusión respecto a la edad de jubilación plena, conocida como FRA (Full Retirement Age). Aunque en el pasado fue 65 años, supuestamente más del 35% de las personas creen que esa edad sigue vigente, cuando en realidad, para quienes nacieron en 1960 o después, el FRA es 67 años.

Esto puede influir en la decisión de cuándo solicitar los beneficios, ya que hacerlo antes de la FRA implica penalizaciones, mientras que hacerlo después genera créditos adicionales.

En temas de derechos, muchos no están al tanto de que pueden reclamar beneficios de un ex cónyuge tras un divorcio si el matrimonio duró al menos 10 años.

La falta de información puede privar a muchas personas de recibir ingresos extras, especialmente si la relación terminó antes de cumplir ese período.

Además, presuntamente algunos no saben que remarryse puede afectar su elegibilidad para beneficios derivados del ex cónyuge.

Por último, en relación con los tests de ingresos, que limitan las ganancias durante la etapa de cobro anticipado, la mayoría desconoce que, si bien en el corto plazo pueden reducir los beneficios, estos se ajustan al llegar a la edad plena.

La comprensión de estas reglas puede marcar la diferencia en cuánto dinero recibe un jubilado, y en la planificación de su retiro.

En conjunto, estos datos evidencian que una parte significativa de la población estadounidense no está completamente informada sobre las reglas de la Seguridad Social.

La desinformación puede traducirse en pérdidas económicas sustanciales: algunos estudios sugieren que, mediante estrategias adecuadas, los beneficiarios podrían aumentar sus ingresos en miles de dólares anuales, equivalentes a varios miles de euros.

La importancia de educarse y consultar con expertos en planificación financiera se vuelve crucial para optimizar los beneficios y garantizar una jubilación más segura y confortable en un sistema que, a pesar de sus supuestas dificultades, sigue siendo una de las mayores redes de protección social del mundo.