La Seguridad Social en Estados Unidos decide mantener la emisión de cheques en papel para algunos beneficiarios, tras haber anunciado previamente su eliminación, en un movimiento que busca equilibrar modernización con protección social.

La Administración de la Seguridad Social (SSA) ha decidido dar marcha atrás en su plan inicial de eliminar completamente los pagos en papel, según informan diversos medios y la senadora Elizabeth Warren.

Este giro en la política responde a la necesidad de garantizar que los beneficiarios que no pueden acceder a pagos electrónicos sigan recibiendo sus beneficios sin interrupciones.

La SSA había anunciado el 14 de julio pasado que, a partir del otoño, todos los pagos serían realizados mediante transferencias electrónicas, en un esfuerzo por modernizar sus sistemas y reducir costos.

Supuestamente, menos del 1% de los beneficiarios de la Seguridad Social en Estados Unidos aún recibían pagos en papel en junio de 2025, lo que representa a aproximadamente 740,000 personas, considerando que en ese mes había más de 74 millones de beneficiarios.

Sin embargo, la decisión de mantener los cheques en papel busca evitar que estos beneficiarios, que en muchos casos no tienen acceso a una cuenta bancaria, se queden sin cobrar sus beneficios.

Según datos de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC), alrededor del 4.2% de los hogares estadounidenses en 2023 no contaban con una cuenta bancaria, debido a motivos como bajos ingresos, preocupaciones por las tarifas o desconfianza en las instituciones financieras.

Supuestamente, la SSA ha confirmado a CBS MoneyWatch y Kiplinger que continuará emitiendo cheques en papel a beneficiarios que, por diversas razones, no puedan recibir pagos electrónicos.

La agencia también ha indicado que promoverá los beneficios de las transferencias digitales y alentará a más personas a hacer el cambio a métodos electrónicos.

Para facilitar este proceso, los beneficiarios pueden gestionar su cambio desde sus cuentas en línea en 'My Social Security', donde también hay soporte técnico disponible de lunes a viernes, de 7:30 a.m. a 4 p.m. hora del Este.

El principal argumento de la SSA para impulsar los pagos electrónicos es que estos minimizan los retrasos en los pagos y reducen el riesgo de fraude.

Citando al Departamento del Tesoro, la agencia estima que los pagos electrónicos cuestan aproximadamente 40 euros menos que los cheques en papel, lo que a largo plazo representa un ahorro millonario para el gobierno federal.

Además, supuestamente, los pagos digitales son 16 veces menos propensos a perderse o ser robados en comparación con los cheques físicos.

La transición hacia los pagos electrónicos no solo busca eficiencia económica, sino también incrementar la seguridad de los beneficiarios, quienes en muchas ocasiones han sido víctimas de robos o extravíos de cheques en papel.

La modernización de estos procesos forma parte de un esfuerzo más amplio por parte del gobierno estadounidense para adaptar sus sistemas a las tecnologías actuales, en línea con el aumento del uso de plataformas digitales en todos los ámbitos sociales y económicos.

Este cambio, sin embargo, ha generado cierta resistencia entre los beneficiarios más mayores o aquellos en zonas rurales donde la infraestructura bancaria es limitada.

La SSA ha declarado que continuará brindando soporte y asesoría a quienes necesiten ayuda para hacer la transición, asegurando que ningún beneficiario quede sin recibir sus pagos.

Aunque la decisión de mantener los cheques en papel es temporal, se espera que, en el futuro, se alcance una mayor adopción de los pagos electrónicos, suponiendo un avance en la eficiencia y seguridad del sistema de seguridad social en Estados Unidos.