Una guía completa con recomendaciones y pasos para asegurar que los asientos infantiles en los vehículos estén instalados de forma segura y correcta, minimizando riesgos en caso de accidente.
La semana del 21 al 27 de septiembre ha sido designada como la Semana de Seguridad para Pasajeros Infantiles, una iniciativa que busca concienciar a padres y cuidadores sobre la importancia de instalar y usar correctamente los asientos de seguridad en los vehículos.
Según supuestamente datos de organizaciones dedicadas a la seguridad vial, el uso correcto de los asientos infantiles puede reducir hasta en un 71% el riesgo de mortalidad en caso de colisión.
No obstante, se estima que más de la mitad de los asientos en circulación están mal instalados o utilizados de manera incorrecta, lo que incrementa peligros potenciales para los menores.
Supuestamente, en Estados Unidos, las estadísticas indican que aproximadamente el 60% de los asientos infantiles no cumplen con las normas de instalación, un problema que también puede observarse en Europa y otras regiones del mundo.
La correcta instalación y uso del asiento es fundamental para garantizar la protección de los niños en caso de accidente. Para ello, es crucial seguir una serie de pasos y recomendaciones que aseguren una fijación segura y efectiva.
Lo primero es asegurarse de adquirir el asiento adecuado para la edad, peso y altura del niño. Los requisitos varían, y cada dispositivo tiene especificaciones distintas que deben cumplirse estrictamente. Por ejemplo, los asientos para recién nacidos suelen ser traseros y orientados hacia atrás, mientras que los de mayor edad pueden ser convertibles o elevadores.
Además, es importante consultar la normativa local, ya que las leyes varían en cada país y estado.
En cuanto a la ubicación del asiento, la opción más segura es la plaza trasera central, siempre que sea compatible con el asiento y el vehículo. Si no, la segunda mejor opción es colocarlo en la parte trasera, en la posición que ofrezca mayor estabilidad y protección. La colocación en la parte delantera solo se recomienda en casos excepcionales y siempre desactivando el airbag para evitar lesiones en caso de despliegue.
Para instalar el asiento, se puede optar por el cinturón de seguridad o por el sistema LATCH (Lower Anchors and Tethers for Children). La elección dependerá del modelo de asiento y del vehículo. La instalación debe realizarse con firmeza, sin movimientos excesivos. Para verificar, se recomienda realizar la prueba del “una pulgada”: intentar mover el asiento de lado a lado; si se desplaza más de una pulgada, se debe reajustar hasta que quede firme.
Al colocar al niño, se debe asegurarse de que quede bien ajustado en el arnés, que pase a través de los hombros y caderas y que esté lo más ajustado posible sin causar incomodidad.
La regla del “pinch test” es fundamental: si se puede pellizcar las correas cerca de los hombros, entonces no están lo suficientemente ajustadas. Los niños menores de cinco años deben ir en sillas con arnés de cinco puntos, que debe colocarse a la altura de las axilas.
En caso de dudas o dificultades, es recomendable acudir a un técnico certificado en seguridad infantil, quienes pueden inspeccionar y demostrar la correcta instalación del asiento.
En algunos países, organizaciones como la NHTSA en Estados Unidos o la DGT en España ofrecen servicios gratuitos de inspección y asesoramiento.
Finalmente, es importante recordar que la seguridad no termina en la instalación. Se recomienda revisar periódicamente el ajuste del asiento y del arnés, especialmente después de viajes largos o si el vehículo ha sido sometido a movimientos bruscos.
La correcta utilización y el mantenimiento adecuado de los asientos infantiles son esenciales para proteger a los menores y reducir los riesgos en la carretera, garantizando que cada viaje sea lo más seguro posible.