Los salones de bronceado están cambiando su enfoque al ofrecer terapias de luz roja y otros servicios de spa, buscando atraer a una nueva clientela preocupada por la salud.
En un momento en el que la preocupación por los daños del sol y los rayos ultravioleta crece entre los consumidores, los salones de bronceado están transformándose para adaptarse a las nuevas tendencias de bienestar.
Un ejemplo de esta evolución es Zoe Routh, una estudiante universitaria de 22 años, que visita su salón de bronceado local en Oklahoma, no para conseguir un bronceado, sino para disfrutar de las terapias de spa que ofrecen, incluyendo la popular terapia de luz roja.
Zoe ha expresado que, dada su historia familiar de cáncer de piel, se siente más cómoda utilizando estos tratamientos en lugar de las camas de bronceado tradicionales.
"Mi familia tiene antecedentes de cáncer de piel, así que me asusta usar una cama de bronceado", comentó Routh.
Esta tendencia hacia el bienestar ha llevado a los propietarios de salones de bronceado a replantear su imagen. Onyi Odunukwe, fundador de Glo Tanning, una cadena con más de 100 ubicaciones en 17 estados, afirma que ya no quieren ser solo salones de bronceado, sino "sun spas".
Con un valor estimado de 480 mil millones de euros en la industria del bienestar en Estados Unidos para 2024, según McKinsey & Company, muchos en la industria creen que estos nuevos servicios pueden ser un punto de inflexión crucial.
La historia de los salones de bronceado ha estado marcada por regulaciones cada vez más estrictas. En 2011, había casi 85,000 salones de bronceado en EE. UU., pero esa cifra ha disminuido drásticamente debido a las preocupaciones sobre el cáncer de piel y la competencia de alternativas como los autobronceadores.
Por ejemplo, el Acta de Cuidado Asequible del gobierno de Obama impuso un impuesto del 10% sobre los servicios de bronceado en interiores, y al menos 22 estados han implementado leyes que prohíben el uso de camas de bronceado por menores de edad.
En 2024, el número de salones de bronceado en EE. UU. ha caído a menos de 21,000.
Para atraer a más clientes, muchas cadenas, como Palm Beach Tan, han comenzado a ofrecer servicios de spa. La CEO Diane Lucas mencionó que la empresa ha añadido saunas de infrarrojos y paneles de luz roja a sus locales, destacando que casi un tercio de sus nuevos clientes llegan en busca de estos servicios de bienestar.
La terapia de luz roja, que utiliza longitudes de onda de luz entre 630 y 700 nanómetros, ha mostrado resultados prometedores en estudios que indican su eficacia para mejorar el acné y reducir las arrugas.
Aunque se necesita más investigación, dermatólogos como la Dra. Elizabeth Houshmand han señalado que el interés en estos tratamientos está en aumento. Sin embargo, también advierten sobre los posibles efectos secundarios, especialmente para personas con ciertas condiciones de piel.
Este cambio hacia el bienestar y la salud es visto como una gran oportunidad para la industria, pero también plantea preocupaciones sobre la autenticidad de las ofertas de salud por parte de los salones que aún utilizan camas de bronceado.
Sherry Pagoto, profesora en la Universidad de Connecticut, advierte que, mientras existan camas de bronceado, puede resultar engañoso afirmar que una empresa se centra en la salud y el bienestar.
La CDC también ha advertido que la exposición excesiva a los rayos UV puede aumentar el riesgo de cáncer de piel.
En resumen, los salones de bronceado están en medio de una transformación significativa, buscando adaptarse a una nueva realidad donde el bienestar es primordial.
Sin embargo, este cambio debe ser manejado con cuidado para no socavar la salud de sus clientes.