El propietario de la tienda de streetwear Coolkicks en Los Ángeles fue detenido bajo sospecha de recibir mercancía robada, en medio de una operación policial que también incautó zapatillas Nike valoradas en aproximadamente 22.750 euros. La tienda, ubicada en Santa Monica, se encuentra bajo investigación tras la confiscación de productos presuntamente sustraídos, en una acción que ha generado controversia y cuestionamientos sobre la procedencia de los artículos vendidos.
Supuestamente, la tienda de streetwear Coolkicks, famosa por ofrecer ediciones limitadas de zapatillas y ropa de marca, estuvo en el centro de una operación policial en Los Ángeles, donde se arrestó a su propietario, Adeel Shams, de 34 años, por presunto recibir mercancía que no le pertenecía.
La acción policial ocurrió en el barrio de Santa Monica, específicamente en el almacén de la firma, el pasado 2 de octubre, a las 16:45 hora local.
La operación, llevada a cabo por la Policía de Los Ángeles, se centró en la confiscación de varias prendas y calzado deportivo, entre ellas zapatillas Nike valoradas en aproximadamente 22.750 euros, según fuentes policiales. La tienda, conocida por su colección exclusiva y por su presencia en plataformas digitales como WhatNot, donde Shams realizaba transmisiones en vivo, fue objeto de una investigación que supuestamente se inició tras denuncias de robo de la mercancía.
Durante la redada, se viralizó un video en redes sociales en el que se puede ver a Shams en medio de una transmisión en vivo, sosteniendo un reloj rosa y una caja amarilla, cuando de repente es interrumpido por la policía.
En el video, el dueño de Coolkicks comenta de manera desconcertada: "¿Qué diablos fue eso? ¿Nos están haciendo un 'swatting'? Volveré en un momento...". Posteriormente, la transmisión se detuvo. La policía también informó que en el lugar fueron detenidas varias personas, aunque no se han confirmado otras arrestos.
Supuestamente, la tienda emitió un comunicado en su cuenta de Instagram en el que negó tener conocimiento de que la mercancía fuera robada. En dicho comunicado, la gerencia afirmó: "La policía incautó un pequeño lote de zapatillas Nike que compramos y recibimos en las últimas 48 horas, y que supuestamente eran robadas.
Esto fue un shock total para nuestro equipo". La publicación continuaba asegurando que ni la dirección ni el personal sabían o tenían razones para sospechar que los artículos eran robados, y que siempre han operado con honestidad y transparencia.
Adeel Shams fue puesto en libertad el 3 de octubre tras pagar una fianza y se espera que comparezca ante la justicia el 23 de octubre. Se desconoce si ha sido formalmente acusado o si hay otros implicados en la operación. La tienda Coolkicks, fundada hace varios años en Los Ángeles, se ha destacado por su enfoque en moda urbana y por su presencia en la cultura sneaker, aunque ahora enfrenta un escándalo que podría afectar su reputación.
Supuestamente, esta intervención policial refleja un aumento en las operaciones contra el comercio ilegal de artículos de marca, ya que muchas tiendas y vendedores en plataformas digitales han sido acusados de vender productos obtenidos de manera ilícita.
La incautación de mercancía robada en Estados Unidos, por ejemplo, puede variar en valor, pero presuntamente, en este caso, la mercancía confiscada equivaldría a unos 22.750 euros, una cantidad significativa que evidencia la magnitud del operativo.
Este tipo de incidentes no solo afectan a los negocios implicados, sino que también ponen en cuestión la cadena de suministro y la procedencia de los productos en el mercado de moda urbana.
La comunidad sneaker y los consumidores en general están atentos a las próximas noticias sobre el caso, que podría tener repercusiones en la regulación y control del comercio de artículos de marca en plataformas digitales y tiendas físicas en Estados Unidos y, por extensión, en Europa, donde el mercado de sneakers y streetwear continúa creciendo a pasos agigantados.
En definitiva, la detención del dueño de Coolkicks en Los Ángeles marca un capítulo más en la lucha contra el comercio de mercancía robada y falsificada, un fenómeno que, supuestamente, ha aumentado en los últimos años ante la alta demanda de productos exclusivos y de edición limitada.
La investigación sigue en curso, y se espera que en los próximos días se revelen más detalles sobre la procedencia de los artículos confiscados y el destino de la mercancía en cuestión.