El nivel de participación en los planes de jubilación 401(k) en Estados Unidos ha alcanzado una cifra histórica, reflejando cambios en las políticas laborales y en las estrategias de ahorro para la jubilación. ¿Significa esto que las pensiones privadas están consolidándose en el país?

En los últimos años, Estados Unidos ha visto un aumento significativo en la cantidad de trabajadores que participan en planes de ahorro para la jubilación, específicamente en los conocidos como 401(k).

Desde principios de la década de 2010, cuando menos de dos de cada cinco empleados en el sector privado contaban con este tipo de cuentas, la participación ha ido en aumento hasta alcanzar un 50% en 2024.

Este avance simboliza un cambio importante en la cultura de ahorro para la vejez en el país, que ha estado promoviendo desde hace décadas incentivos fiscales y programas que buscan que los estadounidenses acumulen fondos para su retiro.

Históricamente, el sistema de pensiones en Estados Unidos estuvo dominado por los planes tradicionales de pensiones o jubilaciones públicas, como el Seguro Social, que garantizaban pagos mensuales a los beneficiarios.

Sin embargo, en las últimas décadas, estos esquemas han sido complementados o reemplazados en gran medida por los planes de contribución definida, siendo los 401(k) los más populares.

Estos planes ofrecen ventajas fiscales y están diseñados para que los trabajadores aporten una parte de sus ingresos, que puede crecer con los intereses y las inversiones realizadas.

El crecimiento en la participación se atribuye en parte a la mayor accesibilidad que ahora tienen los empleados a estos planes. Entre 2014 y 2024, la proporción de trabajadores con acceso a un plan 401(k) en sus empresas aumentó del 60% al 70%, según datos del Buró de Estadísticas Laborales.

Además, las políticas públicas han favorecido la automatización en la afiliación, de modo que a partir de 2025, la mayoría de los nuevos planes de 401(k) exigirán inscripción automática, eliminando la decisión activa del empleado y reduciendo la tasa de no participación.

Este cambio ha tenido un impacto directo en los ahorros acumulados. Actualmente, los fondos en planes 401(k) superan los 2 billones de dólares (unos 1,8 billones de euros), una cifra que refleja la confianza creciente en estos instrumentos.

Sin embargo, no todos los segmentos de la población se benefician por igual. Los datos muestran que en los hogares en los niveles más altos de ingresos, la mediana de fondos de retiro en 2022 era de aproximadamente 515,000 euros, mientras que en los hogares de ingresos medios, la cifra apenas alcanzaba los 36,000 euros.

Esto hace evidente que, aunque la participación ha aumentado, las desigualdades en el acceso y el monto ahorrado persisten.

El impulso hacia el ahorro para la jubilación también ha sido favorecido por iniciativas gubernamentales recientes, como la implementación del programa 'Match del Ahorro', que comenzará en 2027.

Este programa ofrecerá aportes equivalentes por parte del Estado a las contribuciones de los trabajadores con ingresos bajos y medios, hasta un máximo de 950 euros (unos 1,050 dólares).

Además, otras medidas como el impulso a la portabilidad automática de fondos y la ampliación de la participación para trabajadores a tiempo parcial han contribuido a ampliar el alcance de estos planes.

A pesar de estos avances, expertos señalan que aún hay retos por superar. La participación en planes de pensiones sigue siendo desigual, y una parte significativa de la población, especialmente aquellos con ingresos bajos, aún no cuenta con mecanismos efectivos para ahorrar para su jubilación.

Sin embargo, el aumento en la participación y en los fondos acumulados en los planes 401(k) representan un paso importante hacia una mayor seguridad financiera en la vejez para muchos estadounidenses, consolidando un cambio cultural que parece estar en marcha desde hace varias décadas y que podría seguir creciendo en los próximos años.