Una conocida cadena de supermercados en Estados Unidos ha iniciado una revisión voluntaria de ciertos productos de comida para bebés tras detectar posibles niveles elevados de plomo en algunos envases. La medida afecta a productos distribuidos en varios estados del sur del país, en un esfuerzo por garantizar la seguridad de los consumidores y prevenir posibles riesgos para la salud infantil.
Una de las cadenas de supermercados más grandes de Estados Unidos ha anunciado la retirada voluntaria de ciertos alimentos para bebés debido a la posible presencia de niveles elevados de plomo en algunos de sus productos.
La compañía, que cuenta con aproximadamente 1.400 tiendas repartidas en ocho estados del sur del país, informó que la medida se tomó tras los resultados de análisis rutinarios realizados en sus proveedores.
El producto afectado corresponde a una comida para bebés en sobres de plástico de 113 gramos, distribuida bajo la marca GreenWise y producida por Bowman Andros LLC.
La referencia específica del producto es la de los envases con fecha de consumo preferente del 1 de noviembre de 2025, que fue vendido en tiendas de Alabama, Florida, Georgia, Kentucky, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia.
Hasta la fecha, no se han reportado casos de enfermedad relacionados con el consumo de estos productos, pero las autoridades sanitarias y la cadena de supermercados han decidido actuar de manera preventiva.
La retirada se realiza en coordinación con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y fue motivada por análisis de rutina que detectaron niveles potencialmente peligrosos de plomo, un metal tóxico conocido por afectar especialmente a los bebés y niños pequeños.
El plomo es un contaminante que, aunque en pequeñas cantidades puede no causar síntomas inmediatos, su acumulación en el organismo puede afectar el desarrollo cerebral, el comportamiento y la capacidad de aprendizaje de los niños.
La FDA ha establecido límites específicos para la presencia de plomo en alimentos infantiles, y en ocasiones anteriores ha alertado sobre la contaminación de productos de marcas reconocidas como Gerber, Similac y Enfamil.
En un contexto histórico, las preocupaciones sobre la presencia de metales pesados en alimentos infantiles no son nuevas. Desde hace décadas, estudios han evidenciado que algunos productos contienen trazas de plomo, arsénico y mercurio, en parte debido a procesos de producción y contaminación ambiental.
La respuesta de las autoridades ha sido fortalecer las regulaciones, aumentar los controles y promover campañas de concienciación para reducir los riesgos.
Las autoridades sanitarias recomiendan a los padres y cuidadores que hayan comprado productos afectados que los devuelvan al establecimiento donde fueron adquiridos para obtener un reembolso completo.
La cadena de supermercados ha habilitado un número de atención telefónica, 1-800-242-1227, y un sitio web, publix.com, para resolver dudas y brindar información adicional.
Por su parte, expertos en salud infantil señalan que, si bien la presencia de plomo en alimentos es motivo de preocupación, las medidas preventivas y las campañas de control han logrado reducir significativamente los riesgos en los últimos años.
Sin embargo, advierten que la vigilancia debe mantenerse para proteger a las generaciones más vulnerables.
Este tipo de incidentes recuerda la importancia de mantener una regulación estricta y de realizar controles constantes en la industria alimentaria, especialmente en productos destinados a los niños.
La historia ha demostrado que la colaboración entre empresas, autoridades y consumidores es fundamental para garantizar un entorno más seguro y saludable para todos.