Supuestamente, Kroger anunció el cierre de 60 tiendas en Estados Unidos tras un intento fallido de fusionarse con Albertsons. La decisión afecta a varias ubicaciones en diferentes estados y genera incertidumbre entre empleados y consumidores. La compañía, que inicialmente contaba con 2,731 tiendas, estima que estas cierres representan aproximadamente el 2% de su red y planea reinvertir en nuevas aperturas y remodelaciones, con una inversión cercana a 3,2 mil millones de euros en 2025. Además, se presume que Kroger ofrecerá reubicaciones a los empleados afectados en otros establecimientos de la cadena. El anuncio llega en un contexto donde supuestamente la cadena de supermercados ha enfrentado dificultades para mantener la rentabilidad en ciertos locales. La fusión con Albertsons, que habría sido una estrategia para fortalecer su posición en el mercado, supuestamente no se concretó debido a obstáculos regulatorios y a la resistencia de algunos accionistas. La operación, que se habría valorado en aproximadamente 20 mil millones de euros, fue vista como una de las mayores en el sector de retail en Estados Unidos. Históricamente, Kroger ha sido uno de los mayores minoristas en EE.UU., con una presencia significativa en el sur y el medio oeste del país. La compañía, fundada en 1883, ha pasado por diversos cambios y expansiones, y supuestamente ha intentado adaptarse a las tendencias del mercado ofreciendo servicios de compra en línea y expansión de tiendas de proximidad. Sin embargo, la competencia con gigantes como Walmart y Amazon ha presionado sus márgenes. Las ubicaciones que cerrarán incluyen tiendas en estados como Georgia, Illinois, Indiana, Kentucky, Louisiana, Maryland, Carolina del Norte, Tennessee, Texas, Virginia, West Virginia y Wisconsin. Algunas de estas tiendas estaban en zonas urbanas con alta densidad poblacional, por lo que el impacto en las comunidades locales podría ser considerable. Por ejemplo, en Georgia, varias tiendas cerrarán en Atlanta y Decatur en julio y octubre, respectivamente. En Illinois, tiendas en Peoria, Buffalo Grove, Bloomingdale y Northbrook cerrarán entre agosto y septiembre. En Texas, se prevé el cierre de dos locales en McKinney y Dickinson, en junio y julio, con una posible repercusión en la disponibilidad de productos en esas áreas. Se presume que Kroger continuará invirtiendo en la innovación y en la apertura de nuevas tiendas en zonas estratégicas para mantener su competitividad. La compañía también supuestamente ha señalado su compromiso con los empleados, ofreciendo reubicaciones en otros locales y apoyando a los trabajadores afectados por los cierres. Este movimiento se enmarca en un escenario donde la cadena busca optimizar su estructura operativa ante los desafíos económicos y la transformación digital del sector retail. La noticia de los cierres refleja la tendencia en 2025 de que muchas cadenas tradicionales en EE.UU. reevaluarán sus activos para adaptarse a las nuevas demandas del mercado y a la competencia de las plataformas digitales. En euros, la inversión total en mejoras y nuevas aperturas se estima en torno a 3.2 mil millones, reflejando un esfuerzo por mantenerse relevante en un mercado en constante cambio.
Supuestamente, Kroger, uno de los principales minoristas en Estados Unidos, ha anunciado que cerrará 60 tiendas en todo el país en los próximos meses.
La decisión, que ha generado preocupación entre empleados y clientes, se produce después de que la cadena intentara sin éxito fusionarse con Albertsons, otra gran cadena de supermercados.
La fusión, valorada en aproximadamente 20 mil millones de euros, supuestamente buscaba fortalecer la posición de ambas empresas en un mercado cada vez más competitivo, pero fue bloqueada por las autoridades regulatorias y algunos accionistas, que consideraron que la operación podría reducir la competencia.
El cierre de estas tiendas representa cerca del 2% de las 2.731 sucursales que Kroger operaba al inicio de su año fiscal, que se estima comenzó en marzo de 2025. La compañía, que fue fundada en 1883 en Cincinnati, ha sido un pilar en el retail estadounidense, especialmente en el medio oeste y el sur del país, y supuestamente ha pasado por varias etapas de expansión y modernización para adaptarse a los cambios del mercado.
Las ubicaciones afectadas incluyen supermercados en estados como Georgia, Illinois, Indiana, Kentucky, Louisiana, Maryland, Carolina del Norte, Tennessee, Texas, Virginia, West Virginia y Wisconsin.
Algunas tiendas en Georgia, por ejemplo, en Atlanta y Decatur, cerrarán en julio y octubre, respectivamente. En Illinois, tiendas en Peoria, Buffalo Grove, Bloomingdale y Northbrook tienen previsto cerrar entre agosto y septiembre. En Texas, se cerrarán locales en McKinney y Dickinson en junio y julio.
Se presume que Kroger continuará invirtiendo en su crecimiento, con un presupuesto estimado en alrededor de 3,2 mil millones de euros para este año, destinado a construir nuevas tiendas, ampliar las existentes y renovar las instalaciones actuales.
Además, la compañía ha asegurado que ofrecerá oportunidades de empleo en otros locales a todos los empleados afectados por los cierres, reafirmando su compromiso con el bienestar de su fuerza laboral.
Este movimiento se enmarca en una tendencia más amplia en 2025, donde muchas cadenas tradicionales en Estados Unidos están reevaluando sus operaciones para hacer frente a la competencia de plataformas digitales como Amazon y a la creciente preferencia por compras en línea.
La transformación digital y la optimización de recursos están siendo clave para la supervivencia en un sector cada vez más dinámico.
En el contexto histórico, Kroger ha sido una de las cadenas más innovadoras en el sector, introduciendo en los años 50 y 60 el concepto de supermercados modernos en EE.UU., y posteriormente expandiéndose a través de adquisiciones y nuevas tiendas. La compañía también supuestamente ha diversificado su oferta con servicios de compra en línea, programas de fidelización y soluciones de entrega a domicilio, buscando mantenerse relevante frente a la competencia.
Los cierres de tiendas en varias comunidades podrían tener un impacto económico local, especialmente en zonas donde estas sucursales eran un punto clave de abastecimiento.
La compañía, sin embargo, ha declarado que continuará invirtiendo en la expansión de sus servicios y en la innovación tecnológica para adaptarse a las nuevas tendencias del consumo.
En conclusión, la decisión de Kroger de cerrar 60 tiendas en EE.UU. refleja las dificultades y los cambios en el sector retail en 2025, donde la eficiencia operativa, la innovación y la adaptación a las nuevas formas de consumo son fundamentales para la supervivencia de las grandes cadenas.
Se estima que la inversión en nuevas tecnologías y en la modernización de sus tiendas alcanzará los 3,2 mil millones de euros, una muestra del compromiso de la empresa por seguir siendo uno de los referentes en el mercado de supermercados en Estados Unidos y, supuestamente, en Europa en el futuro cercano.