Los proyectos de remodelación y diseño residencial se encarecerán significativamente a medida que entran en vigor nuevas tarifas arancelarias, afectando tanto a consumidores como a profesionales del sector. La cadena de suministros global y la escasez de materiales clave están impulsando los precios al alza, poniendo en jaque la planificación de reformas y construcciones en hogares estadounidenses y, por extensión, en otros mercados internacionales. Este fenómeno, que ya ha comenzado a notarse en el aumento de costos, promete impactar en la economía doméstica y en el mercado inmobiliario en los próximos meses.
El sector de la remodelación y el diseño de interiores está enfrentando un escenario de incertidumbre y aumento de costes debido a la implementación de nuevas tarifas arancelarias por parte de la administración estadounidense.
Estas tarifas, que afectan a una amplia variedad de productos y materiales utilizados en la construcción y decoración de viviendas, están provocando una escalada en los precios que puede llegar a ser del 30% en algunos casos.
La situación se asemeja a la que vivieron otros sectores durante los años previos a la pandemia, pero ahora con la complicación adicional de la globalización de los suministros y la dependencia de materiales importados.
Desde hace varios años, la industria de la construcción y el diseño ha experimentado un crecimiento constante, impulsado por un mercado inmobiliario dinámico y una mayor inversión en mejoras del hogar.
Sin embargo, la llegada de estas nuevas tarifas arancelarias ha generado una verdadera tormenta perfecta que amenaza con frenar esa tendencia. Los materiales como mármol importado de Italia, encimeras de granito, azulejos de porcelana de China y componentes para electrodomésticos fabricados en diferentes países están viendo incrementos sustanciales en sus precios.
Por ejemplo, los costos de las baldosas y materiales de acabado han aumentado en un rango que oscila entre un 15% y un 25%, según datos de proveedores y profesionales del sector.
Esto, sumado a los incrementos en los costes de transporte y logística, hace que las remodelaciones sean ahora más costosas y, en muchos casos, menos accesibles para los propietarios de viviendas.
Los profesionales del sector ya están sintiendo el impacto. Kevin Twitty, un diseñador de Portland, Oregón, explica que en las últimas semanas ha notado que varios proveedores han aumentado precios o cancelado envíos, temiendo que las tarifas arancelarias afecten aún más los costes.
Él estima que el coste total de una renovación puede incrementarse en un 25% debido a estos factores.
En Washington, D.C., la firma Case Architects & Remodelers calcula que las tarifas arancelarias podrían añadir un porcentaje de un solo dígito a los presupuestos, pero advierten que los electrodomésticos y otros elementos importados podrán encarecer aún más los proyectos, quizás en un rango del 10% al 20%.
Esto sin contar las tarifas adicionales que puedan aplicarse a componentes específicos, como las piezas metálicas o los acabados de alta gama.
El impacto global no solo afecta a los productos importados. Muchas empresas estadounidenses, incluso aquellas que producen en el país, enfrentan aumentos de costos debido a la dependencia de insumos importados.
Por ejemplo, en el sector de techos, los aislantes y los componentes metálicos utilizados en la fabricación han visto incrementos de hasta un 70% en anticipación a las tarifas, lo que obliga a las empresas a elevar sus precios.
La cadena de suministro también ha tenido que adaptarse rápidamente. Algunas compañías han comenzado a buscar proveedores en otros países o a invertir en stock para evitar futuros incrementos. Sin embargo, estas estrategias tienen un alcance limitado, ya que la globalización ha hecho que muchos productos sean difíciles de substituir rápidamente.
A nivel de consumo, la incertidumbre genera que los propietarios sean más cautelosos. Algunos optan por posponer reformas no esenciales, enfocándose en mejoras que tengan un retorno de inversión claro, como la renovación de baños o cocinas.
Otros consideran hacer proyectos ellos mismos, aunque la falta de experiencia puede complicar estos esfuerzos.
Por otro lado, expertos como Suren Gopalakrishnan ven una oportunidad en medio de la crisis. Él sostiene que estos cambios podrían llevar a una mayor valoración de la calidad y durabilidad en los productos para el hogar, favoreciendo bienes de mayor duración y menor descarte.
El sector empresarial clama por mayor claridad y estabilidad. Muchos pequeños negocios de construcción, diseño y comercio de materiales temen que la incertidumbre prolongada afecte su capacidad de planificación y contratación.
Como señala Michael Alladawi, CEO de Revive Real Estate, los aumentos de precios ya están generando miedo y reticencia a seguir adelante con nuevos proyectos.
En definitiva, si bien las tarifas arancelarias buscan proteger la producción local, su implementación está generando un efecto dominó que impacta en los costos de las reformas del hogar.
La tendencia futura dependerá de la estabilidad de las políticas comerciales y de cómo los consumidores y empresas se adapten a este nuevo escenario económico.
Lo que está claro es que, en el sector de la construcción y remodelación, los precios nunca vuelven a bajar, y esta realidad se mantendrá incluso después de que pase la tensión actual.