La automotriz japonesa Nissan ha decidido discontinuar su SUV eléctrico Ariya, apenas después de tres años en producción, en un movimiento que sorprende en el competitivo mercado de vehículos eléctricos. ¿Qué planes tiene la marca para su futuro en movilidad eléctrica?
En un giro inesperado en su estrategia de movilidad eléctrica, Nissan ha anunciado que dejará de fabricar el Ariya, su SUV eléctrico de tamaño medio, presuntamente para centrarse en un nuevo modelo que promete revolucionar su presencia en el mercado de vehículos eléctricos.
La decisión, que entrará en vigor en 2026, marca el fin de una era para el que fue su primer intento de competir en el segmento de SUVs eléctricos de alta gama.
El Nissan Ariya fue presentado en 2020 con grandes expectativas, posicionándose como el primer SUV eléctrico de la marca con capacidad para competir con modelos de Tesla, Ford y Hyundai.
Sin embargo, las ventas no alcanzaron las cifras esperadas. Durante 2024, Nissan logró vender aproximadamente 8,1 millones de euros (equivalentes a 9,3 millones de dólares), con unas 9.345 unidades, cifras que quedaron por debajo de las de sus principales rivales. Por ejemplo, Ford vendió cerca de 20,4 millones de euros (equivalentes a 22.2 millones de dólares) en el mismo periodo con su Mustang Mach-E, mientras que Hyundai vendió alrededor de 15 millones de euros (equivalentes a 16.3 millones de dólares) en su modelo Ioniq 5.
Supuestamente, la marca japonesa se ha visto afectada por varios factores, incluyendo la competencia creciente en el mercado de EVs, problemas en la cadena de suministro y la presión de reducir costos ante las pérdidas acumuladas en el segmento eléctrico.
La discontinuación del Ariya también podría estar relacionada con la estrategia de Nissan de enfocar recursos en un nuevo modelo de menor tamaño y coste, que podría lanzarse en 2026 y que, según rumores, sería una versión renovada del popular Nissan Leaf.
Este nuevo vehículo, que presuntamente será más asequible, tendría un precio base estimado en unos 27.900 euros, con una autonomía que alcanzaría aproximadamente los 490 km bajo el ciclo WLTP. La intención sería captar un segmento más amplio de consumidores, incluyendo aquellos que buscan una opción eléctrica compacta y económica. La llegada de este modelo se enmarca en un contexto donde la mayoría de las grandes marcas automotrices están rediseñando su oferta de EVs, como Toyota con su bZ4X y Honda con su Prologue, buscando equilibrar innovación, costo y rendimiento.
Supuestamente, Nissan también planea reforzar su estrategia de electrificación con la introducción de una nueva generación del Nissan Leaf en 2026.
Se espera que este modelo sea más compacto, con un diseño renovado y mejoras en la tecnología de baterías, ofreciendo una autonomía estimada de hasta 490 km.
Con un precio inicial que rondaría los 26.500 euros, la nueva versión del Leaf podría convertirse en la opción más accesible y práctica para muchos consumidores, en un mercado donde la demanda de EVs económicos continúa creciendo.
En conclusión, la decisión de Nissan de retirar el Ariya no solo refleja los desafíos que enfrentan los fabricantes tradicionales en la carrera por liderar el mercado de vehículos eléctricos, sino también su intención de adaptarse a las nuevas tendencias mediante la innovación y la reducción de costos.
La compañía japonesa busca consolidar su presencia en el segmento de EVs con modelos que sean más competitivos en precio y autonomía, apostando por una estrategia que presuntamente prioriza la rentabilidad y la adaptación a las demandas del mercado global en rápida transformación.
A medida que se acerca el lanzamiento del nuevo Leaf y otros posibles modelos, el futuro de Nissan en el sector eléctrico parece estar en una fase de transición que, si se ejecuta correctamente, podría devolverle a la senda del crecimiento y la innovación en movilidad sostenible.