Los principales índices bursátiles de Estados Unidos cerraron en niveles récord, con el S&P 500 y el Nasdaq alcanzando nuevos máximos, mientras que el Dow Jones también registró un importante incremento. La economía continúa mostrando signos de resistencia, a pesar de las tensiones comerciales y las incertidumbres en torno a las políticas tarifarias y monetarias.
Los principales índices bursátiles de Estados Unidos cerraron en máximos históricos una vez más, en una semana marcada por resultados sólidos y datos económicos que refuerzan la percepción de una economía resistente.
El índice Dow Jones Industrial subió un 0,47%, sumando aproximadamente 208 puntos y alcanzando los 44.902 puntos, impulsado por el optimismo de los inversores ante las perspectivas de crecimiento y las políticas de estímulo. Por su parte, el índice S&P 500 registró un aumento del 0,4%, cerrando en 6.389 puntos, logrando su quinto cierre consecutivo en récord y el decimocuarto en lo que va del año. El Nasdaq, con fuerte presencia de empresas tecnológicas, avanzó un 0,24%, situándose en 21.108 puntos.
Este comportamiento alcista en los mercados se produce en un contexto donde más del 20% de las compañías del S&P 500 han reportado resultados financieros, y la mayoría ha superado las expectativas de los analistas.
Thomas Shipp, jefe de investigación de acciones en LPL Financial, destacó que «los resultados han sido suficientemente buenos y la tendencia de sorpresas positivas en ganancias se mantiene cerca del 90%, con un promedio de aumento en beneficios por acción de alrededor del 7%».
Además, las empresas parecen estar manejando bien las tensiones comerciales relacionadas con las tarifas, y algunos analistas consideran que las reformas fiscales implementadas por la administración Trump han beneficiado a las corporaciones.
En el ámbito económico, los datos publicados muestran una economía que sigue mostrando resiliencia. La demanda de bienes duraderos, aquellos diseñados para durar al menos tres años, cayó un 9,3% en junio respecto a mayo, principalmente por la disminución en pedidos de aviones.
No obstante, esta caída fue menor a la esperada por los economistas, que pronosticaban una reducción del 11,1%. Excluyendo transporte, los pedidos aumentaron un 0,2% en junio, reflejando una recuperación parcial respecto al incremento revisado del 0,6% en mayo.
Esto indica que, pese a las dificultades en ciertos sectores, la economía mantiene un cierto grado de fortaleza.
En cuanto a las políticas comerciales, supuestamente India busca obtener un trato preferencial en las negociaciones con EE.UU., con mejores tarifas en comparación con sus rivales económicos, según informó CNBC, citando al ministro de comercio indio. Mientras tanto, los países en la mira de Estados Unidos continúan negociando, con especial atención a las relaciones con Corea del Sur, Canadá y la Unión Europea.
Trump, presuntamente, mencionó que las conversaciones con Canadá no avanzan como se esperaba, y advirtió sobre posibles incrementos tarifarios si no se alcanzan acuerdos antes del 1 de agosto.
En contraste, mostró un tono más optimista respecto a las negociaciones con China y la Unión Europea.
En el ámbito monetario, la rentabilidad del bono del Tesoro a 10 años cayó a aproximadamente 4,38%, reflejando cierta cautela en los mercados ante las incertidumbres económicas y políticas.
La Reserva Federal se prepara para su próxima reunión, donde, presuntamente, no se esperan recortes en las tasas de interés en este momento, aunque los inversores están atentos a cualquier pista sobre posibles cambios futuros.
En el sector corporativo, empresas como Intel y Charter Communications presentaron resultados mixtos, mientras que Tesla anunció que su servicio de robotaxis podría comenzar en San Francisco en los próximos días, impulsando un aumento en sus acciones.
La noticia de que Tesla lanzará su robotaxi en breve ha sido recibida con entusiasmo por los inversores, que ven en esta innovación una posible revolución en el transporte autónomo.
En el mercado de criptomonedas, Bitcoin experimentó una ligera caída del 1,36%, situándose en aproximadamente 116.742 dólares, en medio de reportes sobre transferencias significativas por parte de inversores institucionales y reguladores que están atentos a su evolución.
En resumen, los mercados estadounidenses continúan en una tendencia alcista, respaldados por resultados empresariales positivos, datos económicos sólidos y una política monetaria que, por ahora, se mantiene estable.
La atención de los inversores se centra en los próximos informes de ganancias y en las decisiones de política económica y comercial que puedan influir en la dirección de los mercados en las próximas semanas.
No te pierdas el siguiente vídeo de ¿cómo empezar a invertir en la bolsa de valores de estados unidos?