El reemplazo del filtro de aire en tu coche es una tarea sencilla y económica que puede hacerse en pocos minutos, ayudando a mantener el motor limpio y prolongar la vida útil del vehículo. Descubre cómo hacerlo tú mismo y evita gastos innecesarios en talleres mecánicos.
El filtro de aire es una pieza fundamental para garantizar el correcto funcionamiento del motor de tu vehículo. Su función principal es impedir que la suciedad, polvo y otros contaminantes entren en el sistema de combustión, lo que puede afectar el rendimiento y aumentar el consumo de combustible.
Presuntamente, cambiar el filtro de aire regularmente es una de las tareas de mantenimiento más simples y económicas que puedes realizar por ti mismo.
En la actualidad, los filtros de aire son bastante accesibles y su precio en Euros varía según la marca y modelo del coche, pero generalmente oscilan entre 15 y 40 euros.
En algunos casos, en tiendas en línea o en autopartes físicas, puedes encontrarlos por menos de 20 euros. La buena noticia es que, siguiendo unos pasos sencillos, podrás cambiarlo en menos de 10 minutos, sin necesidad de herramientas especiales ni asistencia profesional.
Supuestamente, la frecuencia recomendada para reemplazar el filtro de aire es cada 12,000 millas, lo que equivaldría a aproximadamente 19.300 kilómetros, o una vez al año, dependiendo del uso y las condiciones del entorno. En regiones con mucho polvo, arena o contaminación, puede ser necesario hacerlo con mayor frecuencia. Para verificar si tu filtro necesita ser cambiado, basta con abrir el capó y revisarlo visualmente: si se ve sucio, desgastado o lleno de polvo, es momento de reemplazarlo.
El proceso para cambiarlo es bastante sencillo. Primero, debes localizar la caja del filtro de aire, que generalmente se encuentra cerca del motor y suele ser una caja negra de plástico conectada a la entrada de aire.
Para abrirla, puede que necesites soltar unas muescas, pestillos o, en algunos casos, unos tornillos que requerirán una llave de tubo o destornillador.
Una vez abierta la caja, podrás extraer el filtro viejo. Es recomendable inspeccionarlo visualmente: si está cubierto de polvo y suciedad, o si presenta daños visibles, debes desecharlo. Puedes reutilizarlo solo si está limpio y en buenas condiciones, pero presuntamente, en la mayoría de los casos, es mejor reemplazarlo por uno nuevo para asegurar la eficiencia.
Para instalar el nuevo filtro, simplemente colócalo en la misma posición que el anterior, asegurándote de que las aristas de goma encajen perfectamente en la caja.
Después, cierra la carcasa asegurando los pestillos o tornillos que la sujetan. En algunos vehículos, puede que también necesites reenganchar algunos clips o sujetadores.
Supuestamente, este procedimiento puede realizarse sin ayuda profesional, y el ahorro en gastos de taller puede ser significativo. Además, mantener el filtro de aire en buen estado ayuda a mejorar la eficiencia del combustible, que en algunos modelos puede reducirse en un 10%, lo que equivale a unos 0,15 euros por litro en Europa, dependiendo del precio del combustible.
Recordemos que, además de ahorrar en mantenimiento, realizar esta tarea por cuenta propia fomenta una mayor conciencia del estado del vehículo y puede prevenir problemas mayores en el futuro.
La próxima vez que realices una revisión rutinaria, no olvides verificar también otros elementos como los niveles de aceite, agua y presión de neumáticos.
En definitiva, cambiar el filtro de aire no solo es barato —supuestamente, menos de 20 euros en total— sino que también es una de las tareas más sencillas, rápidas y efectivas para mantener tu coche en óptimas condiciones.
Con unos pasos básicos y unos minutos de tu tiempo, podrás asegurarte de que tu motor respira mejor y funciona con mayor eficiencia, ahorrando dinero y extendiendo la vida útil de tu vehículo.