Varias empresas de servicios postales en Europa han anunciado la suspensión temporal de envíos a Estados Unidos debido a las recientes políticas tarifarias y cambios en los procedimientos aduaneros. La medida afecta a países como Alemania, Dinamarca, Suecia e Italia, generando incertidumbre en el comercio internacional y en los consumidores que dependen del envío de productos desde Europa.
En respuesta a las recientes modificaciones en las políticas tarifarias y a las regulaciones aduaneras en Estados Unidos, diversos servicios postales en Europa han decidido detener temporalmente sus envíos hacia el país norteamericano.
Entre las naciones afectadas se encuentran Alemania, Dinamarca, Suecia e Italia, cuyas empresas de mensajería han comunicado que no aceptarán ni transportarán la mayoría de los paquetes destinados a EE.UU. a partir de la fecha.
Supuestamente, una de las principales razones detrás de esta suspensión es la entrada en vigor de nuevas tarifas y procedimientos aduaneros que complican el proceso de envío internacional.
DHL, uno de los mayores operadores logísticos en Europa, anunció el 22 de agosto que detendría los envíos a EE.UU. desde sus filiales en Alemania y en su red doméstica, Deutsche Post. La decisión se tomó justo antes de que entraran en vigor las nuevas políticas tarifarias, que supuestamente fueron impulsadas por una orden ejecutiva firmada por el expresidente Donald Trump a finales de julio.
Estas políticas eliminaron la exención de tarifas para paquetes de bajo valor, conocida como el acuerdo de minimis, el cual permitía la entrada libre de aranceles para envíos valorados en menos de aproximadamente 700 euros.
Anteriormente, en 2024, las importaciones bajo esta exención representaron más de 1.2 mil millones de euros en valor. La supuesta eliminación de esta exención significa que millones de paquetes, muchos provenientes de China, ahora deberán pagar aranceles que pueden superar el 15%, dependiendo de la categoría del producto.
El impacto de estas medidas ha sido significativo y ha generado un aumento en la cantidad de paquetes que permanecen en las aduanas o que simplemente no se envían.
Según informes no confirmados, otras compañías de servicios postales en Europa, como Royal Mail en el Reino Unido y operadores en países como Noruega, Bélgica y Francia, también han suspendido temporalmente sus envíos hacia EE.UU. ante la incertidumbre sobre cómo se implementarán las nuevas regulaciones y quién será responsable de la recaudación de los aranceles.
Supuestamente, las autoridades estadounidenses todavía no han aclarado completamente el proceso para la gestión de estos nuevos trámites, lo que ha llevado a las empresas a adoptar una postura precautoria.
Sin embargo, se ha mencionado que los envíos de paquetes considerados como regalos con un valor máximo de 100 dólares (unos 94 euros) todavía pueden realizarse, siempre y cuando sean enviados de persona a persona y no desde una empresa hacia un cliente.
Por otro lado, los envíos comerciales, especialmente los que utilizan servicios premium como DHL Express, seguirán disponibles, pero estarán sujetos a las tarifas arancelarias correspondientes.
Los envíos de bajo valor desde países como China, Hong Kong y otros, que anteriormente gozaban de exenciones, ahora enfrentan una serie de obstáculos y costos adicionales.
Desde DHL y otras empresas, supuestamente, se están monitoreando de cerca los desarrollos en EE.UU. y mantienen contacto con las autoridades estadounidenses, con el objetivo de reanudar los envíos regulares lo antes posible. La suspensión temporal, que se espera no sea prolongada, refleja las tensiones comerciales y la incertidumbre generada por las recientes políticas tarifarias, que en el pasado han sido motivo de disputa entre Estados Unidos y otras naciones.
En el contexto histórico, estas políticas se enmarcan en una serie de medidas proteccionistas adoptadas por EE.UU. en los últimos años, con el objetivo de proteger la industria local y renegociar acuerdos comerciales internacionales. La supuestamente creciente tensión en el comercio global ha llevado a un aumento en las restricciones y en las medidas de represalia, afectando a múltiples sectores, incluido el postal.
Mientras tanto, los consumidores y las pequeñas empresas en Europa se enfrentan a la incertidumbre y a posibles retrasos en la entrega de productos, lo que podría afectar también a las ventas en línea y al comercio transfronterizo.
La comunidad internacional está a la espera de nuevas aclaraciones y acuerdos que permitan normalizar los envíos y reducir las complicaciones actuales.