El fiscal general de Texas investiga a Kellogg's por comercializar productos con colorantes artificiales a pesar de prometer eliminarlos.
Recientemente, el fiscal general de Texas, Ken Paxton, ha decidido abrir una investigación contra la compañía WK Kellogg Co. por sus prácticas comerciales relacionadas con la publicidad de sus productos, que son promovidos como 'saludables', pero que contienen colorantes artificiales derivados del petróleo.
Estos aditivos químicos han sido vinculados con problemas de salud graves como hiperactividad, obesidad, enfermedades autoinmunes y cáncer en quienes los consumen.
Paxton hizo este anuncio tras una serie de protestas que han surgido en torno a la compañía, incluida una encabezada por la actriz Eva Mendes en 2024, donde se exigió que Kellogg's cumpla su promesa de eliminar estos ingredientes.
En 2015, Kellogg's se unió a un grupo de fabricantes de alimentos, incluyendo a General Mills, con el compromiso de eliminar los ingredientes artificiales de sus productos para el año 2018.
Sin embargo, a día de hoy, muchos consumidores siguen esperando que se materialice este cambio. La situación se ha vuelto especialmente crítica, dado que algunos de los productos más emblemáticos de la compañía, como Froot Loops, Apple Jacks y Frosted Flakes, contienen colorantes artificiales tales como el Rojo 40, el Amarillo 5 y el Azul 1, los cuales están prohibidos en lugares como California y en toda la Unión Europea debido a sus efectos potencialmente dañinos en la salud de los niños.
El fiscal Paxton declaró: 'Es esencial terminar con las prácticas engañosas de las empresas que buscan confundir a los padres y familias sobre la salud de los productos alimenticios'.
En este sentido, prometió que habrá consecuencias para cualquier compañía que actúe de manera irresponsable, incluyendo a Kellogg's. A pesar de que la empresa ha afirmado que sus productos cumplen con todas las leyes y regulaciones aplicables, la falta de acción concreta en la eliminación de colorantes artificiales ha generado un descontento palpable entre los consumidores.
La controversia no es nueva. Desde hace años, los grupos de activistas han presionado a la industria alimentaria para que se eliminen estos aditivos. En 2022, más de 400,000 personas firmaron una petición instando a Kellogg's a cambiar su fórmula y cumplir con su promesa de transparencia. Como respuesta a las protestas y a las presiones legales, Kellogg's ha asegurado que está comprometido con etiquetar sus ingredientes de manera clara para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas sobre los alimentos que compran.
Con la creciente preocupación por la salud pública y la transparencia en la industria alimentaria, el futuro de los productos de Kellogg's podría estar en juego.
La compañía no solo se enfrenta a la presión de los consumidores, sino que también debe lidiar con las acciones legales que podrían derivarse de esta investigación.
A medida que la conciencia sobre los riesgos asociados con los colorantes artificiales aumenta, es probable que la demanda de productos más saludables y naturales crezca, lo que podría obligar a empresas como Kellogg's a reevaluar sus prácticas y fórmulas de productos.
Este caso resalta la necesidad de un cambio significativo en la forma en que se producen y etiquetan los alimentos, un cambio que muchos consumidores ya están exigiendo de manera contundente.