Desde el 1 de enero de 2026, la edad plena de jubilación en Estados Unidos se incrementará a 67 años para quienes nacieron en 1960 o después. Este cambio, resultado de reformas en el sistema de Seguridad Social, impactará significativamente a millones de trabajadores, especialmente a la comunidad hispana, en sus planes de retiro y en el monto de sus beneficios mensuales. Conoce los detalles, cómo afecta la reducción o el aumento del pago, y qué opciones tienen los futuros jubilados.
A partir del 1 de enero de 2026, la Administración del Seguro Social (SSA) en Estados Unidos implementará un cambio crucial en las reglas de jubilación: la edad plena de retiro se establecerá en 67 años para todas las personas nacidas en 1960 o después.
Este ajuste forma parte de una serie de modificaciones que comenzaron en 1983, cuando se incrementó progresivamente la edad de jubilación para garantizar la sostenibilidad del sistema frente al envejecimiento acelerado de la población estadounidense.
Históricamente, la jubilación a los 65 años garantizaba la recepción del pago completo del Seguro Social. Sin embargo, los avances en la esperanza de vida, que en Estados Unidos ha aumentado de unos 78 años en los años 80 a más de 79 años en la actualidad, obligaron al Congreso a revisar estas reglas.
La reforma de 1983 estableció que la edad plena de jubilación aumentaría gradualmente, comenzando con los nacidos en 1943 y finalizando en 1960.
Para quienes nacieron entre 1943 y 1954, la edad de jubilación plena es de 66 años. Para los nacidos entre 1955 y 1959, esta edad se incrementó hasta los 66 años y 10 meses. Finalmente, para los nacidos en 1960 o posteriores, la edad se fijará en 67 años, siendo este el último ajuste en la transición.
Es importante aclarar que, aunque la edad plena aumente, la edad mínima para solicitar beneficios sigue siendo 62 años. Sin embargo, solicitar la jubilación antes de la edad plena conlleva una reducción permanente en el monto mensual, que puede variar entre el 25 % y el 30 %.
Por ejemplo, una persona que normalmente recibiría 1.800 euros al mes, si decide jubilarse cinco años antes de los 67, podría recibir solo aproximadamente 1.260 euros, dependiendo del cálculo exacto.
Por otro lado, retrasar la jubilación más allá de los 67 años también tiene ventajas económicas. Por cada año que se retrase el retiro, el monto mensual puede aumentar en aproximadamente un 8 %, hasta los 70 años. De esta forma, quienes opten por esperar hasta los 70, podrían recibir beneficios mensuales superiores a 2.400 euros, lo que en total representa un incremento sustancial en la pensión a lo largo de la jubilación.
Para facilitar la planificación, la SSA recomienda a los trabajadores crear una cuenta en 'my Social Security', donde pueden consultar su edad de jubilación correspondiente según su año de nacimiento, simular diferentes escenarios de retiro y estimar cuánto recibirían en cada caso.
La plataforma está disponible en español y también permite acceder al historial laboral y de ingresos.
Este cambio en la edad de jubilación responde a la necesidad de mantener la viabilidad del sistema de Seguridad Social en un contexto de envejecimiento poblacional.
Con una esperanza de vida en constante aumento, la carga financiera sobre los fondos del sistema aumenta, por lo que ajustar la edad de retiro busca equilibrar los ingresos y egresos.
Para los trabajadores hispanos en Estados Unidos, que representan una de las comunidades más grandes y en crecimiento, entender estos cambios es fundamental para planificar una jubilación digna.
La comunidad hispana, que en 2020 representaba aproximadamente el 18 % de la población total del país, suele enfrentar desafíos como trabajos de menor ingreso y mayor informalidad laboral, lo que puede afectar sus beneficios futuros.
En resumen, desde 2026, la edad de jubilación en EE. UU. será 67 años para quienes nacieron en 1960 o después. Jubilándose antes, se reduce el monto de la pensión de forma permanente, mientras que retrasar la jubilación puede incrementar significativamente los beneficios mensuales.
Es recomendable que cada trabajador utilice las herramientas digitales proporcionadas por la SSA para evaluar su situación particular y tomar decisiones informadas que le permitan maximizar sus beneficios en el futuro, garantizando así una vejez más tranquila y segura.