La cadena de tiendas Joann, conocida por su amplia oferta en telas y artículos de manualidades, cerrará sus últimos establecimientos en mayo, concluyendo más de ocho décadas de presencia en el mercado estadounidense. La compañía, que en su apogeo contaba con más de 800 tiendas, finaliza su andadura tras la liquidación de sus activos y un proceso de bancarrota.
La conocida cadena de tiendas de manualidades y tejidos Joann cerrará definitivamente todas sus sucursales en Estados Unidos antes del 31 de mayo, marcando el fin de una era en el sector minorista de productos para manualidades.
La empresa, fundada en 1943 en Hudson, Ohio, ha sido un referente para artesanos, costureras y aficionados que buscaban materiales de calidad a precios accesibles durante más de 80 años.
En el mes de abril, Joann cerró 255 tiendas en todo el país, tras presentar su segunda bancarrota en menos de un año, específicamente bajo el capítulo 11 de la ley de bancarrotas de Estados Unidos.
Este proceso les permitió reestructurar sus finanzas y realizar ventas de liquidación con descuentos que oscilaron entre el 70% y el 90%, aunque estas promociones en línea ya han concluido.
Durante estas ventas, la empresa también liquidó mobiliario, estanterías y equipos utilizados en sus tiendas.
La decisión de cerrar todos los establecimientos fue tomada tras la adquisición de los activos de la cadena por parte del grupo liquidatorio GA Group en febrero pasado, en una subasta en la que también participaron otros inversores y fondos especializados en reestructuración de empresas en crisis.
Hasta esa fecha, Joann operaba con más de 440 tiendas distribuidas principalmente en Estados Unidos, pero la tendencia de cierre comenzó mucho antes, en 2019, cuando la compañía enfrentó dificultades financieras derivadas de la disminución en la demanda de productos físicos frente a las compras en línea.
El cierre de Joann no solo representa la desaparición de una cadena minorista, sino también una pérdida para la historia del comercio textil y de manualidades en Estados Unidos.
La compañía tuvo su mayor auge en los años 80 y 90, cuando expandió rápidamente su presencia en todo el país y se convirtió en un punto de referencia para comunidades de artesanos y pequeños empresarios.
En comparación, en Europa, cadenas similares como Hobbycraft en Reino Unido o DeSerres en Canadá han logrado mantener sus operaciones mediante estrategias de innovación y diversificación de productos, adaptándose a los cambios del mercado y a las nuevas tendencias de consumo.
Además, el cierre de Joann llega en un momento en que el sector minorista en EE.UU. se enfrenta a una transformación digital acelerada y a un aumento en la competencia de plataformas en línea y marketplaces como Amazon, Etsy y otras.
La historia de Joann refleja no solo los desafíos económicos, sino también los cambios en los hábitos de compra de los consumidores, que cada vez prefieren soluciones más rápidas y personalizadas.
En términos económicos, la liquidación de las tiendas y activos de Joann ha implicado una pérdida significativa de empleos y una reducción en la oferta de materiales de manualidades en muchas comunidades.
Aunque los precios de liquidación alcanzaron descuentos de hasta el 90%, para muchos artesanos y pequeños negocios, la desaparición de esta opción representa un vacío difícil de llenar.
En definitiva, el cierre de Joann simboliza el fin de una era en el comercio minorista especializado en manualidades y tejidos en Estados Unidos, dejando un legado de décadas de inspiración y creatividad.
La historia de esta cadena refleja las transformaciones del sector retail y la importancia de la innovación para sobrevivir en un mercado en constante cambio.