Un reciente estudio revela que la adopción de inteligencia artificial en Estados Unidos reduce la creación de nuevos puestos de trabajo, aunque las despidos son poco frecuentes, generando dudas sobre su efecto real en el mercado laboral.
La integración de la inteligencia artificial (IA) en diferentes sectores económicos está generando un impacto significativo en el mercado laboral, aunque de formas que todavía generan debate entre expertos y analistas.
Según un estudio reciente, en Estados Unidos, mientras muchas empresas aumentan su uso de estas tecnologías, las contrataciones se han reducido notablemente, y las despidos siguen siendo escasos, creando un panorama confuso sobre el verdadero efecto de la IA en el empleo.
Supuestamente, un 14% de las compañías del sector servicios en el área de Nueva York y Nueva Jersey han reducido sus procesos de contratación o planean hacerlo en los próximos seis meses, debido a la implementación de sistemas de inteligencia artificial.
Este aumento en el uso de la tecnología, que supuestamente ha pasado del 25% al 40% en solo un año, indica una tendencia creciente en la automatización de tareas que anteriormente requerían de intervención humana.
Los datos históricos muestran que la automatización y la innovación tecnológica no son fenómenos nuevos. Desde la Revolución Industrial, la introducción de maquinaria en fábricas llevó a cambios profundos en el empleo. Sin embargo, en los últimos años, el avance de la IA y la robótica ha llevado a preocupaciones actuales sobre la pérdida de empleos, especialmente en sectores administrativos, de atención al cliente y análisis de datos.
El estudio también señala que, aunque muchas empresas están adoptando estas tecnologías, los despidos directos aún son poco comunes. Solo el 1% de las compañías de servicios y un 10% de las manufactureras han reportado despidos relacionados con la introducción de la IA en los últimos seis meses.
Presuntamente, esto se debe a que muchas empresas prefieren reentrenar a sus empleados en lugar de despedirlos, aprovechando las nuevas habilidades que demandan estas tecnologías.
Por otro lado, algunos sectores han visto un aumento en la contratación de personal debido a la implementación de la inteligencia artificial. Se estima que aproximadamente un 11% de las empresas de servicios y un 7% de las manufactureras han incrementado su plantilla en respuesta a la integración de nuevas tecnologías, buscando perfiles especializados en manejo y programación de IA.
Pero, ¿realmente la IA está desplazando empleos o simplemente transformando las tareas? Algunos economistas sugieren que, en realidad, estamos ante un proceso de reconversión laboral.
La historia evidencia que, aunque ciertos trabajos desaparecen, otros nuevos emergen, y la demanda de habilidades tecnológicas crece exponencialmente.
Presuntamente, estudios realizados por instituciones como Oxford Economics indican que los jóvenes graduados en tecnología han sufrido una caída del 8% en empleos relacionados con IT desde 2022, mientras que la tasa de desempleo de recién graduados en ese campo ha subido del 3.9% al 5.8%. Esto sugiere que, aunque la tecnología puede reducir ciertos puestos de entrada, también genera oportunidades en áreas especializadas.
En conclusión, la llegada de la inteligencia artificial al mercado laboral presenta un escenario complejo donde, por un lado, se reducen algunas contrataciones tradicionales, y por otro, se crean nuevas oportunidades para perfiles especializados.
Presuntamente, la clave está en la capacitación y en la adaptación de los trabajadores a los cambios tecnológicos. La historia nos enseña que, en el largo plazo, la innovación ha sido un motor de crecimiento y transformación laboral, y este proceso no será la excepción, aunque requiere una gestión adecuada para evitar que el impacto sea desigual para diferentes grupos de trabajadores.