La fabricante surcoreana Hyundai tiene como objetivo producir en Estados Unidos más del 80% de sus vehículos vendidos en ese país para 2030, enfrentándose a las políticas tarifarias de EE.UU. y ampliando su línea de vehículos híbridos y eléctricos.

En un movimiento estratégico para contrarrestar las recientes tarifas impuestas por Estados Unidos, Hyundai anunció sus planes de lanzar hasta 10 nuevos modelos de vehículos híbridos y eléctricos para el año 2030.

La compañía surcoreana, que junto a Kia se posiciona como la tercera mayor fabricante de automóviles del mundo en términos de ventas, busca incrementar su producción en territorio estadounidense y reducir su dependencia de las importaciones, en un contexto marcado por las tensiones comerciales entre Seúl y Washington.

Supuestamente, Hyundai pretende que más del 80% de los vehículos que venda en Estados Unidos sean producidos en su planta de Georgia para 2030. La fábrica, que actualmente tiene una capacidad de producción de aproximadamente 250,000 unidades anuales, ampliará su capacidad a 500,000 vehículos por año, incluyendo una variada gama de modelos híbridos y eléctricos.

Este plan forma parte de la estrategia de la compañía para adaptarse a las políticas comerciales y arancelarias de EE.UU., que en los últimos años han impuesto tarifas del 25% sobre ciertos autos importados, afectando los márgenes de ganancia y la competitividad.

Supuestamente, en respuesta a estas tarifas, Hyundai ha ajustado sus pronósticos financieros, reduciendo su margen de beneficio operativo para 2025 de un rango del 7-8% a aproximadamente 6-7%.

Sin embargo, la firma mantiene su expectativa de recuperar estos márgenes en los años siguientes, alcanzando entre 7-8% en 2027 y hasta 8-9% en 2030.

La compañía también planea fortalecer su línea de productos en el mercado estadounidense, no solo con híbridos y eléctricos, sino también con un primer modelo de pickup de tamaño medio antes de 2030.

El co-CEO de Hyundai, Jose Munoz, quien habló en un evento para inversores en Nueva York, expresó que espera que los gobiernos de Seúl y Washington puedan encontrar soluciones para facilitar el movimiento de trabajadores especializados, ya que supuestamente algunos empleados surcoreanos fueron detenidos durante una redada en la planta de baterías de Hyundai en Georgia.

Munoz también comentó que muchos de los empleados detenidos estaban involucrados en la calibración y prueba de tecnologías avanzadas de baterías, fundamentales para la producción de vehículos eléctricos en la planta.

Supuestamente, Hyundai también advirtió que en 2024, la producción en su planta de Georgia podría verse afectada si no se resuelve la conflicto. Sin embargo, la compañía continúa confiando en que la colaboración con las autoridades estadounidenses y surcoreanas permitirá mantener los planes de expansión.

La estrategia de Hyundai busca no solo reducir la exposición a las tarifas, que actualmente son del 25%, sino también aprovechar la tendencia global hacia la electrificación y la movilidad sustentable.

Históricamente, Hyundai ha sido un actor clave en la industria automotriz global, destacándose por sus innovaciones en tecnología y su competitiva relación calidad-precio.

La incorporación de nuevos modelos eléctricos y híbridos en su línea de producción en EE.UU. refleja su compromiso con la sostenibilidad y la adaptación a las regulaciones ambientales que cada vez son más estrictas en el mundo. La inversión en la planta de Georgia también responde a su estrategia de fortalecer la presencia en el mercado estadounidense, que representa aproximadamente el 40% de sus ventas globales.

Supuestamente, expertos del sector opinan que esta expansión podría ser un paso decisivo para Hyundai en su lucha por mantener la competitividad en un mercado cada vez más orientado hacia la movilidad eléctrica.

Además, la compañía está considerando implementar tecnologías de automatización avanzada, como robots humanoides, para optimizar la producción y reducir costos a largo plazo.

En definitiva, Hyundai apuesta por la innovación y la producción local para afrontar los desafíos comerciales y regulatorios del futuro cercano.