Un juez en Florida desestima una demanda presentada en 2024 contra Hershey por supuesta publicidad engañosa en los productos Reese's Pumpkin, argumentando que los consumidores no sufrieron daños económicos reales. La sentencia aclara que la compañía no incurrió en prácticas fraudulentas y que los productos cumplen con lo prometido en su embalaje.

En 2024, se conoció que varios consumidores en Florida presentaron una demanda contra Hershey's, acusando a la compañía de publicidad engañosa relacionada con algunos productos de Reese's, en particular las calabazas de mantequilla de maní.

La denuncia, que supuestamente alcanzó un monto de aproximadamente 4.300 euros, fue presentada por cuatro personas que alegaban que compraron estos chocolates en 2023 impulsadas por el diseño y la apariencia de las envolturas.

Supuestamente, los demandantes argumentaban que las envolturas mostraban calabazas con detalles artísticos de boca y ojos, que supuestamente no estaban presentes en los chocolates al abrir los paquetes.

En particular, Nathan Vidal, uno de los demandantes, afirmó que compró tres bolsas de Reese's Pumpkin en 2023 porque creía que contenían una calabaza con un diseño artístico en la parte frontal.

Sin embargo, al abrir los productos, afirmó sentirse decepcionado al no encontrar el diseño esperado, lo que supuestamente le hizo arrepentirse de su compra.

La acusación también señalaba que Hershey's violó la Ley de Prácticas Comerciales Engañosas de Florida, que protege a los consumidores de prácticas comerciales injustas y fraudulentas.

Los demandantes buscaban una compensación económica de aproximadamente 4.300 euros, correspondiente a las ventas realizadas en Florida en los últimos tres años, alegando que la publicidad de los productos era engañosa.

Hershey's, por su parte, negó las acusaciones y solicitó la desestimación del caso en septiembre de 2024. La compañía argumentó que los consumidores obtuvieron exactamente lo que pagaron, ya que las bolsas de Reese's Pumpkin mostraban claramente un dibujo de una calabaza con un mordisco, y que no había ninguna práctica engañosa.

Según Hershey's, un consumidor razonable no sería engañado, especialmente porque en cada bolsa se incluía una advertencia sobre la posibilidad de decoraciones no tan detalladas o diferentes a las mostradas.

El juez federal Melissa Damian, al revisar el caso, dictaminó que los demandantes no habían presentado suficiente evidencia de un daño económico real.

La sentencia resaltó que los chocolates entregados a los consumidores cumplían con las expectativas razonables y que la publicidad, incluyendo las imágenes en las empaquetaduras, no constituía un acto fraudulento.

La decisión, que marca un precedente en casos de supuesta publicidad engañosa en productos alimenticios, también recordó que Hershey's tiene una larga historia en la industria de chocolates, fundada en 1894 en Pennsylvania, y que sus productos son considerados de los más populares en Estados Unidos y Europa, con una presencia significativa en el mercado global.

Por ahora, los productos de Reese's Pumpkin seguirán en las estanterías y en las casas de los consumidores, sin cambios en su diseño o sabor, y la compañía no ha anunciado ningún tipo de compensación adicional para los afectados.

La sentencia también dejó abierta la posibilidad de que los demandantes puedan presentar una queja enmendada, aunque la reciente resolución parece cerrar temporalmente el caso.

En conclusión, esta sentencia reafirma que, en temas de publicidad y expectativas del consumidor, las empresas de alimentación están sujetas a una estricta revisión legal, pero también que los consumidores deben tener en cuenta que las imágenes en los empaques no siempre reflejan exactamente el producto final.

La historia de Hershey's, que ha sobrevivido a más de un siglo de cambios y desafíos en el mercado, sigue siendo un ejemplo de cómo la regulación y la protección al consumidor buscan equilibrar intereses en la industria de los dulces y las golosinas.