Una serie de retiradas de vehículos por parte de Ford afectan a más de 2.5 millones de automóviles en Europa desde finales de mayo, debido a problemas que podrían poner en riesgo la seguridad de los conductores y pasajeros. Supuestamente, estas campañas de llamada a revisión buscan solucionar fallos en componentes clave y prevenir posibles accidentes.
Desde finales de mayo, Ford ha iniciado una oleada de más de 30 campañas de retiro de vehículos en Europa, afectando a un total estimado de 2.5 millones de coches en distintos países, incluyendo España, Alemania, Francia e Italia. Estas retiradas, que han sido comunicadas tanto a través de notificaciones oficiales como mediante avisos en concesionarios, se deben a una serie de fallos detectados en diversos componentes que podrían comprometer la seguridad de los ocupantes y otros usuarios de la vía.
Supuestamente, Ford ha declarado que la mayoría de estas retiradas se concentran en modelos de los años 2021 a 2024, y que los problemas varían desde fallos en los inyectores de combustible hasta defectos en sistemas de frenos y en la electrónica del vehículo.
La compañía ha señalado que su objetivo principal es garantizar la seguridad y satisfacción de sus clientes, por lo que ha implementado una estrategia de revisiones rápidas para identificar y resolver estos problemas.
Entre los modelos afectados, se encuentran varias versiones de los Ford Fiesta, Focus, Kuga, y Mustang Mach-E, además de algunos modelos de Lincoln, la marca de lujo de Ford.
En concreto, se han detectado problemas en más de 694,000 unidades relacionadas con inyectores de combustible que pueden provocar fugas y riesgo de incendio, así como en aproximadamente 850,000 vehículos con fallos en la bomba de combustible de baja presión que podrían causar paradas imprevistas o accidentes.
Supuestamente, en algunos casos, las fallas en los sistemas de airbags y en los frenos también han motivado llamadas a revisión. Por ejemplo, se han reportado alrededor de 171 vehículos afectados por la posible activación accidental de los airbags, lo que representa un riesgo potencial para los ocupantes.
Además, otros modelos presentan problemas en los sistemas de iluminación y en las cerraduras de seguridad infantil, que podrían impedir el correcto funcionamiento y poner en peligro a los pasajeros más jóvenes.
La compañía ha informado que, en muchos de estos casos, los propietarios serán contactados directamente para realizar las reparaciones necesarias en los concesionarios autorizados.
Se estima que en algunos países, como Alemania y Francia, los costos de estas reparaciones podrían ascender a unos 32.000 euros en total, considerando las piezas y la mano de obra. Sin embargo, supuestamente, Ford asegura que la mayoría de las reparaciones serán gratuitas para los usuarios.
Es importante que los conductores consulten la base de datos de la Agencia Europea de Seguridad Vial o el sistema nacional de tráfico para verificar si su vehículo está incluido en alguna campaña de revisión.
La recomendación general es no usar el coche hasta que se haya realizado la reparación, en especial si se detectan síntomas como pérdida de potencia o fallos en los sistemas electrónicos.
En el pasado, Ford ya enfrentó retiradas de gran escala en Estados Unidos, donde más de 3 millones de vehículos fueron llamados a revisión por problemas similares.
Estas acciones reflejan la creciente necesidad de las empresas automotrices de mantener altos estándares de seguridad y de responder rápidamente ante cualquier fallo que pueda afectar la integridad física de sus usuarios.
La tendencia sugiere que, con la evolución tecnológica y la incorporación de sistemas electrónicos avanzados, las retiradas de vehículos seguirán siendo una práctica frecuente en la industria automotriz global.
Supuestamente, expertos en seguridad vehicular advierten que la transparencia y la rapidez en la gestión de estas campañas son clave para mantener la confianza del público y evitar accidentes que puedan tener consecuencias fatales.
Por ello, es fundamental que los propietarios se mantengan informados y actúen cuanto sean notificados o tengan dudas sobre el estado de sus automóviles.