Supuestamente, Ford ha anunciado que en 2025 priorizará los vehículos híbridos debido a la reducción en la demanda de autos eléctricos tras la expiración de los créditos fiscales en Estados Unidos. La compañía trabaja en ajustes estratégicos para adaptarse a los cambios en las políticas gubernamentales y las preferencias de los consumidores, apostando por tecnologías híbridas que ofrecen mayor eficiencia y menor costo para los usuarios.
Supuestamente, Ford Motor Company ha señalado que en 2025 centrará sus esfuerzos en la producción y promoción de vehículos híbridos, ante la expectativa de una disminución significativa en las ventas de vehículos eléctricos (VE) tras la finalización de los créditos fiscales en Estados Unidos.
La decisión refleja una estrategia de adaptación a las nuevas condiciones del mercado y las políticas ambientales que se están implementando a nivel mundial.
Históricamente, Ford ha sido uno de los fabricantes de automóviles más innovadores y tradicionales, con una larga historia que se remonta a su fundación en 1903.
La compañía fue pionera en la producción en masa con la invención de la línea de ensamblaje, lo que revolucionó la industria automotriz y permitió ofrecer vehículos accesibles para un amplio público.
Uno de sus modelos icónicos, el Ford Modelo T, fue el primer automóvil asequible y popular en todo el mundo, estableciendo a Ford como un símbolo de innovación y progreso.
En las últimas décadas, Ford ha apostado fuertemente por la electrificación, lanzando diversos modelos eléctricos e híbridos. Sin embargo, presuntamente, la reciente expiración del crédito fiscal de hasta 7.500 dólares (unos 6.700 euros) para la compra de vehículos eléctricos nuevos en EE. UU. ha provocado una caída en las ventas de estos autos, lo que llevó a Ford a replantear su estrategia.
El CEO de Ford, Jim Farley, afirmó que en 2025 la compañía dará mayor prioridad a los híbridos, que combinan un motor de combustión y uno eléctrico, ya que ofrecen una mejor relación coste-beneficio para los consumidores y una menor dependencia de la infraestructura de carga eléctrica, aún en desarrollo en muchos países.
Supuestamente, Farley comentó durante un evento en Detroit que, aunque los vehículos eléctricos siguen siendo interesantes y eficientes, su elevado costo limita su adopción masiva.
En ese sentido, la firma estadounidense trabaja en ofrecer opciones híbridas con precios competitivos, que puedan atraer a un mayor segmento de clientes.
Se estima que en 2025, alrededor del 30% de las ventas de Ford serán híbridos, en comparación con el 15% actual.
Además, se prevé que la compañía adapte sus líneas de producción para fabricar estos híbridos en las mismas plantas donde anteriormente se producía solo gasolina o diésel, lo que requiere de mano de obra especializada en tecnologías de electrificación.
Por ello, Ford hace un llamado a los gobiernos y a las instituciones educativas para que refuercen la formación en oficios técnicos y vocacionales, en un momento en que la demanda de trabajadores calificados en la industria automotriz aumenta.
Supuestamente, la estrategia también incluye la inversión en tecnologías híbridas que puedan proporcionar funciones adicionales, como la capacidad de alimentar una vivienda durante varios días, una característica que ya ofrecen algunos modelos como el F-150 híbrido.
Esto refuerza la apuesta de Ford por las soluciones de electrificación que combinan rendimiento, eficiencia y utilidad.
Por otro lado, la compañía también enfrenta desafíos relacionados con la competencia internacional, especialmente frente a marcas chinas como BYD y NIO, que están ganando presencia en mercados emergentes y en países como Australia y Tailandia.
Presuntamente, Ford busca consolidar su participación global mediante la innovación en sus líneas de productos y la expansión de su negocio de piezas y servicios, el cual ya aporta cerca del 17% de sus beneficios y que aspira a incrementar hasta un 30% en los próximos dos años.
En conclusión, Ford se encuentra en un punto de inflexión, donde la estrategia de electrificación debe equilibrarse con las realidades del mercado y las políticas públicas.
La apuesta por los híbridos en 2025 refleja un enfoque pragmático que podría asegurar su competitividad en un contexto de cambios regulatorios y preferencias de los consumidores, consolidándose como un referente en la industria automotriz mundial.