Consejos para mantener a salvo tu 401(k) en tiempos de incertidumbre económica.

La reciente caída de los mercados financieros ha generado inquietud entre los inversionistas, especialmente con la introducción de nuevos aranceles por parte del gobierno de Estados Unidos.

Los mercados bursátiles, tanto en EE. UU. como en otras partes del mundo, han experimentado una baja significativa desde que se anunciaron estas tarifas, lo que ha llevado a muchos a cuestionar la seguridad de sus inversiones y a buscar formas de proteger sus cuentas de jubilación, como los planes 401(k).

Desde que el presidente Donald Trump anunció aranceles más altos sobre la mayoría de las importaciones, el índice Dow Jones ha enfrentado caídas drásticas, lo que ha incrementado la ansiedad entre los ciudadanos estadounidenses que ya luchan con problemas financieros.

La preocupación principal es que estos impuestos no solo afectarán los precios al consumidor, sino que también podrían frenar el crecimiento económico y, en consecuencia, llevar a una recesión.

Para quienes tienen sus ahorros en planes de jubilación, como el 401(k), es crucial saber cómo reaccionar ante esta turbulencia. La primera regla es evitar retirar dinero de estas cuentas, ya que esto puede sellar las pérdidas y generar impuestos adicionales. Aunque puede ser tentador ajustar las inversiones, es recomendable hacerlo con precaución. Una estrategia efectiva es reequilibrar la cartera, combinando acciones y bonos para mitigar el riesgo. Un portafolio compuesto por un 60% de acciones y un 40% de bonos ha demostrado ser bastante rentable a lo largo de los años, ofreciendo un retorno promedio anual de aproximadamente 9,4% desde 1950, según J.P. Morgan Asset Management.

Además, en tiempos de incertidumbre económica, es esencial tener un control sobre las deudas. Existen diferentes enfoques para pagar deuda, como priorizar las deudas más pequeñas o aquellas con tasas de interés más altas. También es importante revisar la tolerancia personal al riesgo y considerar realizar ajustes graduales en la cartera en función de la situación del mercado.

La liquidez es otro factor a tener en cuenta. Mantener un fondo de emergencia que cubra entre seis y nueve meses de gastos es especialmente crítico durante períodos de recesión. Esto no solo ayuda a afrontar gastos inesperados, sino que también proporciona una mayor tranquilidad.

Para aquellos que están cerca de la jubilación, puede ser beneficioso retrasar la salida laboral un año o dos. Al permanecer en el mercado laboral por más tiempo, se puede aliviar la presión sobre el portafolio de jubilación, especialmente en tiempos difíciles.

Finalmente, la situación global de los mercados sigue siendo volátil, con aranceles que afectan a países clave como China, Japón y miembros de la Unión Europea, lo que podría llevar a un aumento en el costo de vida.

La incertidumbre persiste, y a medida que los consumidores enfrentan mayores precios, la posibilidad de una recesión se hace más tangible. Por lo tanto, es fundamental estar informado y preparado ante cualquier eventualidad, adaptando las estrategias de inversión y asegurando el bienestar financiero a largo plazo.