En Estados Unidos, la profesión de enfermería ha sido presuntamente marginada de la lista federal de grados considerados como 'profesionales', una decisión que podría tener profundas implicaciones en el acceso a financiamiento estudiantil y en la crisis de personal sanitario que enfrenta el país.

La exclusión de la enfermería, junto con otras carreras como arquitectura y terapia física, ha sido objeto de controversia entre profesionales, instituciones educativas y legisladores.

Supuestamente, esta decisión forma parte de una serie de cambios realizados por la administración anterior y que buscan limitar los límites de préstamos federales para ciertos grados, con la finalidad de reducir la deuda estudiantil y promover una mayor responsabilidad financiera.

La lista actual, que entra en vigor a partir del 1 de julio de 2025, clasifica a los grados profesionales con un límite de préstamo anual de 50.000 euros (unos 46.000 dólares) y un límite vitalicio de 200.000 euros (unos 184.000 dólares). Sin embargo, carreras como la enfermería, que en el pasado estaban incluidas en la categoría de 'profesionales', han sido eliminadas, dejando a muchos estudiantes en una situación de incertidumbre.

La decisión ha generado protestas por parte de asociaciones profesionales, como la Asociación Nacional de Consejos de Enfermería, que argumentan que su trabajo es fundamental para la salud pública y que la clasificación errónea puede desincentivar a futuros profesionales a seguir esta carrera.

Además, presuntamente, la reducción en los límites de los préstamos podría obstaculizar la formación de enfermeros y otros profesionales sanitarios en un momento en que la demanda de estos expertos se ha disparado, especialmente tras la pandemia de COVID-19.

Por ejemplo, muchos estudiantes de enfermería no alcanzan a solicitar el límite más alto de préstamo, que en la nueva clasificación sería de aproximadamente 46.000 euros anuales, pero algunos sí lo hacen, y la disminución en el acceso a financiamiento podría forzar a muchos a buscar opciones privadas, que generalmente ofrecen tasas más altas y menos beneficios.

Se estima que aproximadamente el 95% de los estudiantes de enfermería actualmente no utilizan el límite máximo de la ayuda federal, pero la incertidumbre sobre el futuro puede ser un factor que influya en su decisión de estudiar o no la carrera.

Históricamente, la clasificación de los grados profesionales ha sido un tema polémico en EE.UU., con debates sobre cómo la financiación y el costo de la educación afectan la calidad y el acceso a las carreras. La decisión de excluir a la enfermería y otras carreras de la lista de grados profesionales refleja, presuntamente, un intento de contener la inflación en los costos educativos, que en Estados Unidos son considerados los más altos entre los países de la OCDE.

Mientras tanto, diversos expertos alertan que estos cambios podrían tener efectos adversos en la oferta de profesionales sanitarios y en la recuperación del sistema de salud.

En conclusión, la exclusión de la enfermería de la lista federal de grados profesionales en Estados Unidos supone un cambio significativo que podría impactar en la formación de profesionales y en la economía de los estudiantes.

La situación sigue en evaluación, y se espera que en los próximos meses se realicen debates y ajustes que tengan en cuenta la importancia de esta carrera para el bienestar público y el sistema sanitario del país.