Las compañías están implementando nuevas iniciativas para ayudar a sus empleados a gestionar mejor el estrés durante el verano, ofreciendo campamentos y cuidados infantiles con descuentos, en un intento por mejorar el bienestar laboral y familiar.
Con la llegada del verano, muchas empresas en Estados Unidos han comenzado a ofrecer beneficios innovadores destinados a aliviar el estrés de sus empleados y facilitar la conciliación entre trabajo y vida familiar.
Una de las iniciativas más destacadas es la organización de campamentos de verano con tarifas reducidas, diseñados para que los empleados puedan inscribir a sus hijos de entre 4 y 12 años en actividades recreativas durante las semanas laborales.
Este tipo de programas responde a una tendencia creciente en el mundo corporativo, donde el bienestar de los empleados se ha convertido en una prioridad.
Según una encuesta de Care.com, en el año anterior, el 20% de los trabajadores en EE.UU. abandonaron sus empleos por la falta de beneficios de cuidado familiar. La misma investigación revela que la falta de apoyo en este ámbito es una de las principales razones para buscar nuevas oportunidades laborales.
Una de las empresas que ha dado un paso adelante en este aspecto es AT&T, la tercera mayor compañía de telecomunicaciones en Estados Unidos. La firma anunció en junio la apertura de un campamento de verano en su sede en Dallas, Texas, que funcionará durante 10 semanas y ofrecerá actividades de lunes a viernes, de 8 de la mañana a 6 de la tarde.
Los empleados podrán inscribir a sus hijos sin compromiso semanal, con la opción de reservar días sueltos cuando lo necesiten.
El costo de participación para los trabajadores que utilicen el beneficio de respaldo en cuidado infantil será de aproximadamente 13 euros por día para un niño y unos 22 euros por día si se inscriben dos o más hijos.
La compañía también ofrece servicios de cuidado en el centro o a domicilio, con tarifas subsidiadas, gracias a su colaboración con Bright Horizons, una red de centros de cuidado infantil a nivel nacional.
Este tipo de programas no solo ayuda a los empleados a cumplir con sus responsabilidades laborales, sino que también fomenta un entorno de trabajo más saludable y motivador.
Además, la tendencia de ofrecer beneficios de cuidado infantil ha ido en aumento en los últimos años. En 2022, las empresas que proporcionaron estos beneficios experimentaron un retorno de inversión equivalente a 425% de su coste, según un estudio reciente de Boston Consulting Group.
Pero el interés por el bienestar no se limita solo al cuidado infantil. La pandemia de COVID-19 ha amplificado la demanda de apoyo en otros ámbitos, como el cuidado de familiares mayores o discapacitados y la gestión del estrés personal.
En ese contexto, muchas compañías están implementando programas de apoyo emocional, asesorías y plataformas digitales para facilitar el acceso a recursos de caregiving.
Por ejemplo, las empresas están promoviendo beneficios que permiten a los empleados tomar días de cuidado personal o de acompañamiento a familiares, con pagos o permisos especiales.
En el caso de los cuidadores de adultos mayores, la falta de apoyo puede resultar en una pérdida económica significativa, estimada en más de 250,000 euros a lo largo de su vida laboral, debido a salarios no percibidos y beneficios sociales no reclamados.
La crisis del cuidado familiar también tiene un impacto emocional considerable. Según una encuesta de la Asociación de Personas Mayores en EE.UU., el 50% de los cuidadores reportan niveles elevados de estrés emocional, y un 37% experimentan síntomas físicos relacionados con esta carga.
Para enfrentar estos desafíos, las empresas deben adoptar un enfoque integral, ofreciendo beneficios flexibles, apoyo en salud mental, y recursos de formación y asesoría en caregiving.
Además, fomentar hábitos saludables y promover el autocuidado puede reducir los costos en atención médica y mejorar la productividad.
En definitiva, las organizaciones que invierten en beneficios de cuidado y bienestar no solo mejoran la calidad de vida de sus empleados, sino que también fortalecen su rendimiento y compromiso laboral.
La tendencia apunta a un futuro donde el cuidado familiar y el bienestar laboral serán componentes esenciales en las políticas de recursos humanos.