Artistas analizan la historia del arte indígena y cómo han cambiado las técnicas y materiales en su creación.

El arte ha sido una forma de expresión humana a lo largo de los siglos, pero la pregunta de si es una buena inversión financiera sigue siendo un tema debatido.

En el contexto del arte indígena, su rica historia y la singularidad de los artistas nativos han captado la atención de coleccionistas y críticos por igual.

El arte indígena ha evolucionado significativamente, incorporando nuevas técnicas y materiales que reflejan tanto la herencia cultural como las tendencias contemporáneas.

Sin embargo, a pesar de su valor estético y cultural, muchos artistas indígenas todavía enfrentan barreras para acceder a galerías y museos de renombre.

Esto plantea preguntas sobre la valoración del arte indígena en comparación con el de sus contrapartes no indígenas.

Aunque es cierto que algunas obras de arte pueden aumentar su valor con el tiempo, el mercado del arte es notoriamente volátil y la información sobre precios es limitada.

Expertos en arte sugieren que los coleccionistas deben enfocarse más en adquirir piezas que realmente disfruten, en lugar de ver el arte como una inversión principal.

Invertir en arte puede presentar desventajas, como comisiones elevadas, impuestos sobre ganancias de capital y falta de liquidez. En las últimas décadas, el mundo de las inversiones se ha vuelto más sofisticado, lo que ha llevado a algunos asesores a recomendar la inclusión de activos como bonos, oro y criptomonedas para diversificar las carteras de inversión.

Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿dónde encaja el arte en esta mezcla?

Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha creado obras de arte, pero determinar su valor como inversión no es sencillo.

Si bien las obras de calidad pueden apreciarse considerablemente, estos incrementos no están garantizados y enfrentan diversos desafíos. Cada pintura, escultura y objeto de arte es único, y muchos llegan al mercado solo raramente, lo que complica aún más la identificación de tendencias.

La falta de transparencia en el mercado del arte contrasta con la relativa claridad de los mercados de acciones, bonos o bienes raíces.

A pesar de las incertidumbres, hay razones para considerar el arte como una inversión. Una de las más significativas es la satisfacción personal que brinda. "Compra lo que te gustaría colgar en tu pared", aconseja Greg Rohan, presidente de Heritage Auctions. "No deberías invertir en arte; deberías coleccionarlo".

Además de su atractivo estético, participar en exposiciones de arte, aperturas de museos y otros eventos sociales puede enriquecer la experiencia del coleccionista.

Asistir a subastas es una excelente manera de observar el funcionamiento del mercado, aunque Rohan advierte que es prudente no apresurarse a comprar.

El interés por la colección de arte aumentó durante la Gran Recesión de 2007 a 2009, cuando muchos buscaban alternativas a las inversiones tradicionales.

A pesar de la volatilidad del mercado, los precios del arte se mantuvieron relativamente estables durante un tiempo. Sin embargo, el aumento de las tasas de interés ha hecho que otras inversiones, como los bonos, sean más competitivas.

Si decides adentrarte en el mundo del arte, también es recomendable encontrar un consultor de confianza que te ayude a validar la autenticidad de las obras.

Aunque no se requieren credenciales específicas, la experiencia es invaluable para evitar riesgos como las falsificaciones.

Una historia notable es la de Roy y Marilyn Papp, una pareja de Phoenix que, durante décadas, coleccionaron más de 400 piezas de arte chino. Su motivación fue la creencia de que el creciente poder económico de China generaría un interés en el arte cultural. Aunque vendieron muchas piezas tras su fallecimiento, donaron parte de su colección al Museo de Arte de Phoenix.

Sin embargo, la familia Papp nunca consideró el arte como una inversión principal, en parte debido a las elevadas comisiones de compra y venta, que pueden alcanzar hasta el 20 % y el 10 %, respectivamente.

Además, las ganancias a largo plazo están sujetas a impuestos más altos que las inversiones financieras. La falta de liquidez también es un factor a considerar, ya que puede que no encuentres un comprador rápidamente.

Como conclusión, si decides aventurarte en el mundo del arte, asegúrate de adquirir lo que realmente te gusta. La inversión en arte debe ser vista como una forma de disfrutar y apreciar la creatividad humana, más que como una estrategia financiera segura.