Las acciones de American Eagle experimentaron una subida significativa después de anunciar campañas publicitarias con figuras como Sydney Sweeney y Travis Kelce, a pesar de la controversia y las críticas sociales. La compañía también enfrenta desafíos relacionados con tarifas comerciales y cambios en su estrategia de marketing.

Las acciones de American Eagle Outfitters vieron un notable incremento en su valor en la bolsa después de que la compañía anunciara el éxito de sus recientes campañas de marketing protagonizadas por figuras como Sydney Sweeney y Travis Kelce.

La cotización de la empresa subió aproximadamente un 29%, alcanzando los 22,50 euros (equivalente a unos 24,50 dólares) por acción, en comparación con los 17,45 euros (unos 19 dólares) del cierre anterior.

Este repunte se produjo en un contexto donde la firma había enfrentado varias dificultades financieras y de imagen en los últimos años.

Supuestamente, las campañas con celebridades han sido un intento estratégico de revitalizar la marca y aumentar su presencia en un mercado altamente competitivo.

La campaña protagonizada por Sydney Sweeney, que comenzó a difundirse a finales de julio, generó tanto apoyo como controversia. La actriz, conocida por su papel en series populares, fue criticada por algunos sectores que alegaban que el anuncio promovía estereotipos racistas y eugenésicos, debido a la manera en que la campaña hacía referencia a rasgos físicos como el color de ojos y cabello.

Supuestamente, la compañía afirmó que el objetivo del anuncio era simplemente destacar la calidad de sus jeans, con un mensaje que decía: “Mis jeans son azules” y que no pretendía promover ninguna ideología.

Sin embargo, la polémica no impidió que los productos asociados a la campaña se agotaran en menos de una semana, con algunos modelos completamente fuera de stock en solo un día.

La demanda fue tal que la empresa reportó que las ventas de la línea “Sydney Sweeney Has Great Jeans” aumentaron en un 70% respecto al promedio habitual.

Por otro lado, Travis Kelce, jugador de fútbol americano y pareja de la famosa cantante Taylor Swift, también ayudó a impulsar la marca tras colaborar en una colección exclusiva llamada “Tru Kolors”.

La campaña con Kelce, lanzada a finales de agosto, no solo incrementó el interés en la marca, sino que también atrajo a un público más joven y dinámico.

Supuestamente, esta estrategia fue parte de un esfuerzo para aprovechar la popularidad del deportista tras su compromiso con Swift, que ha sido ampliamente cubierto por los medios.

Supuestamente, la empresa anunció que, en los últimos meses, su base de clientes aumentó en aproximadamente 700,000 personas, contribuyendo a revertir una tendencia de caída en ventas que duraba más de dos años.

Antes de las campañas, las acciones de American Eagle habían llegado a su punto más bajo en los últimos tiempos, con valores que rondaban los 13 euros (unos 14,20 dólares).

Sin embargo, tras los anuncios y el éxito de las campañas, el valor de la acción se recuperó y alcanzó los 22,50 euros.

No obstante, la compañía también enfrenta desafíos económicos, como las tarifas comerciales impuestas por presuntamente políticas proteccionistas, que supuestamente le costarán unos 18 millones de euros en el tercer trimestre y entre 36 y 45 millones en el cuarto.

Estas tarifas, relacionadas con las disputas comerciales que se iniciaron con la administración anterior, han obligado a la marca a ajustar sus precios y estrategias, afectando su rentabilidad.

En definitiva, aunque las campañas con celebridades han generado un aumento en las ventas y en la cotización de American Eagle, la firma sigue enfrentando un escenario de incertidumbre debido a las tensiones comerciales y a las críticas sociales que rodean a sus campañas.

La compañía, fundada en 1977 en Pittsburgh, ha sabido adaptarse a los cambios del mercado a lo largo de su historia, pero ahora su éxito depende en gran medida de cómo maneje tanto su imagen como sus costos frente a un entorno internacional cada vez más complejo.