La Audiencia Provincial de Madrid ha dictado una sentencia condenatoria contra cuatro individuos que en 2023 protagonizaron un acto de odio al colgar una muñeca inflable negra, vestida con la camiseta de Vinicius Junior del Real Madrid, desde un puente en la capital española.

Este incidente ocurrió horas antes de un partido de cuartos de final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y Atlético de Madrid, generando una profunda condena social y deportiva.

Los acusados fueron sentenciados a penas que van desde un año y diez meses hasta un año y dos meses de prisión. Uno de ellos recibirá la condena mayor, mientras que los otros tres afrontarán penas menores. Además de las penas privativas de libertad, el fallo incluye multas económicas, que equivalen aproximadamente a 3,000 euros para cada uno, y una serie de restricciones que buscan prevenir futuros actos de odio.

La sentencia también impone una prohibición de tres años para que los condenados ejerzan profesiones relacionadas con la educación y el deporte, además de una prohibición de acercarse a Vinicius Junior en un radio de 1,5 kilómetros durante cuatro años.

Igualmente, se les ha prohibido asistir o acercarse a cualquier estadio de fútbol durante los eventos deportivos en ese mismo período.

Los individuos también deberán participar en un programa de formación sobre igualdad y no discriminación, con la finalidad de promover valores de respeto y tolerancia en la sociedad.

Uno de los responsables incluso difundió sus acciones a través de redes sociales, agravando aún más la gravedad del delito.

Este caso no es aislado. Madrid ha sido escenario de múltiples incidentes racistas y xenófobos en los últimos meses, que han llevado a la condena penal de al menos catorce personas por agresiones y insultos contra jugadores del Real Madrid, incluyendo episodios en estadios como Zorrilla, Mestalla, Son Moix y Vallecas.

La Liga y diversos clubes han expresado su rechazo rotundo a estos actos y han exigido medidas contundentes para erradicar el racismo en el deporte.

Desde la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) y la UEFA, se ha reforzado la campaña contra el odio en el fútbol, promoviendo campañas de sensibilización y sanciones ejemplares.

La lucha contra el racismo y la discriminación continúa siendo una prioridad para las instituciones deportivas, que buscan proteger a los jugadores y promover un ambiente más inclusivo y respetuoso.

Vinicius Junior, una de las figuras más destacadas del Real Madrid y de la selección brasileña, ha sido víctima en varias ocasiones de insultos y ataques por su origen y color de piel.

La condena en Madrid refleja un avance en la lucha contra estas conductas, aunque aún queda mucho por hacer para erradicar completamente el odio en los estadios y en la sociedad en general.

La comunidad deportiva y los aficionados esperan que estas sentencias sirvan como ejemplo y disuasión para quienes consideren realizar actos de intolerancia en el futuro.