El nuevo ciclo de Guillermo Barros Schelotto como entrenador de Vélez comenzó con un tropiezo. La derrota ante Riestra los deja en una posición complicada.
El comienzo del ciclo de Guillermo Barros Schelotto como director técnico de Vélez Sarsfield no pudo ser más complicado. En su primer partido oficial, el equipo del 'Mellizo' se enfrentó a Deportivo Riestra en la Copa Libertadores y cayó por 1-0, un resultado que complica sus aspiraciones en la competición.
En un contexto de dos victorias consecutivas bajo la dirección interina de Marcelo Bravo, los jugadores de Vélez se presentaron ante su público con la intención de continuar con esa racha positiva.
Sin embargo, la visita, conocida por su estilo de juego sólido y defensivo, logró dar la sorpresa en un partido que estuvo lejos de las expectativas del local.
El único gol del encuentro fue obra de Jonathán Herrera, quien encontró el camino al gol tras un preciso centro de Antony Alonso, que culminó de cabeza ante la defensa de Vélez, fallando en la marca.
Desde el inicio del encuentro, Vélez dominó la posesión del balón, logrando casi un 80% de la misma, pero su ineficacia en el ataque resultó en una frustrante primera parte.
A los seis minutos, Braian Romero estuvo cerca de abrir el marcador, pero un espectacular término del arquero Ignacio Arce, quien despejó el cabezazo que terminó dando en el travesaño, lo impidió.
Este momento comenzó a mostrar las falencias en la definición del equipo, que parece haber perdido algo de su capacidad goleadora en las últimas temporadas.
El Deportivo Riestra, por su parte, se mostró cómodo cediendo el balón y confiando en su poderios juego defensivo. A pesar de tener pocas ocasiones, concretaron la más clara, aprovechando un error de marca en la defensa de Vélez. Este enfoque provocó un partido muy friccionado, en el cual los jugadores de Schelotto no podían hallar los caminos para concretar sus ataques.
En la segunda mitad, Vélez optó por arriesgar más en busca del empate, lo que generó espacios en su defensa que en múltiples ocasiones casi son capitalizados por los visitantes.
Las quejas de los entrenadores por el tiempo perdido por el equipo rival se incrementaron, pero el árbitro, Leandro Rey Hilfer, no se vio influenciado.
Además, se planteó un posible penal para Vélez que tampoco fue sancionado, desvirtuando aún más su estrategia en el juego.
Históricamente, Vélez ha tenido una notable rivalidad con clubes como Riestra, aunque este resultado es un recordatorio de que en el fútbol, cualquier equipo puede dar la sorpresa.
Con este tropiezo, el equipo deberá trabajar en su salida hacia una posición más favorable en el torneo, antes de que la situación se vuelva más complicada.
A medida que avanza la Copa Libertadores, los aficionados de Vélez esperan un cambio en esta tendencia. La presión está sobre los hombros de Guillermo Barros Schelotto, quien debe encontrar rápidamente las herramientas para revertir esta situación, mientras que Deportivo Riestra se afianza en la zona de clasificación con una victoria que pocos esperaban.