En un partido disputado en Potosí, Vélez Sarsfield logró una victoria importante que lo permite comenzar a escalar posiciones en el Torneo Apertura.
Mientras Vélez Sarsfield aguarda con expectación la llegada de Guillermo Barros Schelotto como su nuevo director técnico, el equipo empieza a vislumbrar una luz en su desempeño irregular.
A pesar de las dudas en su juego, el último campeón logró una victoria crucial por 2-1 ante Atlético Tucumán en el estadio José Fierro. Este resultado les sirve para comenzar a escalar posiciones en la Zona B del Torneo Apertura, mientras que el Decano, que también tiene una rica historia de éxitos, sigue atrapado en una racha negativa preocupante, acumulando derrotas desde la quinta fecha.
El partido comenzó con un Atlético Tucumán que demostró su intención de controlar el juego desde el primer momento. Lucas Pusineri, al mando del equipo local, planteó una estrategia ofensiva que buscaba atacar a un Vélez que se mostraba vulnerable. La primera oportunidad clara de gol llegó a los pies de Leandro Díaz, quien, tras aprovechar un error de Valentín Gómez, decidió pasar la pelota en lugar de intentar una rematada a puerta, desperdiciando así una buena oportunidad.
Sin embargo, poco después, se convertiría en el héroe de los tucumanos. Auzqui lo asistió y esta vez Díaz no falló, marcando el 1-0 que encendió las esperanzas del equipo local.
A pesar del golpe inicial, Vélez demostró que, aunque herido, todavía posee garra. Una vez que Romero capitalizó una desatención defensiva del Decano, el encuentro se niveló 1-1. A partir de ese momento, la intensidad del juego decreció, y ambos equipos evidenciaron las dificultades que tenían en su planteamiento futbolístico.
Durante la segunda mitad, Vélez necesitaba un cambio y lo consiguió. Marcelo Bravo, quien se encuentra al mando como técnico interino, hizo ajustes que revitalizaron al equipo. Fue así que, a través de un tiro libre ejecutado magistralmente por Maher Carrizo, el Fortín anotó el 2-1. Después de este gol, Atlético Tucumán no encontró respuestas y su incapacidad para reaccionar acentuó su crisis actual.
En los compases finales del encuentro, la frustración entre los aficionados tucumanos se hizo palpable. El Decano fue despedido con silbidos y reproches, reflejando un ambiente de descontento. Por su parte, Vélez deja atrás un difícil periodo y comienza a nutrirse de esperanzas para una futura recuperación. Este triunfo no solo les proporciona tres puntos vitales, sino que también parece ser un nuevo comienzo en su búsqueda por volver a recuperar la forma que los hizo campeones recientemente.