El histórico tenista argentino Juan Martín Del Potro participó en una exhibición en el estadio Arthur Ashe, evocando recuerdos y mostrando que su talento sigue intacto tras su retirada. El evento, que contó con la presencia de jóvenes promesas y ex estrellas, fue un merecido homenaje a la carrera del tandilense y un espectáculo para los fans en Nueva York.

En un día lleno de nostalgia y emoción, Juan Martín Del Potro hizo su esperado regreso a la cancha en el reconocido estadio Arthur Ashe, donde el 14 de septiembre de 2009 logró una de las victorias más memorables de su carrera al derrotar a Roger Federer en el US Open.

A los 36 años, el tenista tandilense participó en la tradicional jornada de exhibiciones llamada "Stars at the Open", que sirvió como previa al último Gran Slam del año que comenzará este domingo en Nueva York.

La historia del argentino en el torneo estadounidense está marcada por su talento y su espíritu competitivo. En ese 2009, Del Potro conquistó su único título de Grand Slam, un logro que lo catapultó a la élite del tenis mundial. Sin embargo, su carrera se vio interrompida por dificultades físicas que le impidieron mantener esa progresión, enfrentando varias lesiones en las rodillas y otras zonas delicadas, lo que finalmente lo llevó a la retirada oficial en 2024.

El evento de este jueves reunió a una selección de leyendas y promesas jóvenes, en un espectáculo que fusionó entretenimiento y homenaje. Del Potro, vestido con pantalón y remera azul lavanda, ingresó al estadio con una sonrisa radiante, acompañado por el joven brasileño Joao Fonseca, una de las promesas del tenis sudamericano, que celebró su 19° cumpleaños en esa jornada.

El público, que siempre lo ha respaldado incondicionalmente, le brindó una ovación de pie al verlo regresar a las canchas. Del Potro levantó su mano en señal de agradecimiento y expresó su emoción: "Esta es mi casa. Estoy feliz de volver a jugar frente a este público maravilloso." El momento fue emotivo y revelador del cariño que el argentino sigue despertando, a pesar de su retiro.

El partido, que enfrentó a Del Potro y Fonseca contra la dupla formada por Alex Michelsen y Andy Roddick, resultó ser un espectáculo divertido y de alto nivel.

Aunque los jugadores activos hicieron sus esfuerzos, fueron los ex campeones quienes se robaron toda la atención. Roddick, vestido con ropa negra, admitió entre risas: "Ya no soy tan bueno jugando al tenis, pero esta experiencia es increíble".

El encuentro se caracterizó por momentos de buen tenis, algunas risas y un ambiente distendido. Del Potro, que disputó solo un partido oficial desde 2022 debido a sus lesiones, demostró que su talento aún está presente, devolviendo pelotas con potencia y precisión.

Uno de los momentos destacados fue cuando Michelsen le lanzó varias pelotas al fondo y el tandilense respondió con una derecha cruzada que sorprendió a todos.

La magia de su juego, que alguna vez dejó boquiabierto a Federer en aquella memorable final, sigue presente en su estilo de juego y en la admiración del público.

El evento también sirvió como homenaje a la carrera de Del Potro, quien, tras perder el partido, expresó: "Volver a jugar ante esta gente es algo que siempre llevaré en mi corazón.

Gracias por todo su apoyo a lo largo de estos años".

Este tipo de jornadas, que alternan competición y show, son fundamentales para mantener vivo el espíritu deportivo y la historia del tenis. Para Argentina, Del Potro no solo es un ícono, sino también un símbolo de perseverancia y pasión en el deporte. La tensión y las emociones de este día en Nueva York quedarán en la memoria de todos los amantes del tenis, que siempre recordarán su historia y los momentos inolvidables que regaló en la pista.

En definitiva, el regreso de Juan Martín Del Potro a la cancha en el US Open fue mucho más que un simple partido de exhibición; fue una celebración de su legado, de su talento y del amor que millones de seguidores sienten por su carrera.

Mientras prepara su próxima etapa, el tandilense sigue confirmando que, aunque alejado de la alta competencia, su corazón sigue ligado a las canchas y a sus fans en cada gesto y pelota que devolvió con su característico estilo.