En una de las finales más emocionantes y largas en la historia de Roland Garros, el joven tenista español Carlos Alcaraz logró coronarse por segunda vez en su carrera en el prestigioso torneo parisino.

La batalla, que se desarrolló el pasado 8 de junio, se extendió por cinco horas y 29 minutos, dejando marcas indelebles en la historia de los Grand Slam.

El partido fue un auténtico maratón y un testimonio del espíritu de lucha y resistencia. Alcaraz, con solo 22 años y un talento que sigue impresionando al mundo del tenis, enfrentó al italiano Jannik Sinner, número uno del ranking ATP en ese momento.

Sinner empezó mejor, ganando los dos primeros sets con parciales de 6-4 y 7-6, y estuvo muy cerca de cerrar la victoria en el cuarto set, incluso con tres match points.

Sin embargo, el español no se rindió y logró una hazaña extraordinaria, remontando en los tres sets siguientes, incluyendo una victoria en el decisivo quinto set con marcador de 7-6.

El torneo de 2025 dejó varias historias para la historia, siendo la final la más larga en la historia de Roland Garros, superando además los récords anteriores.

Por ejemplo, destronó la final de 1982, cuando Mats Wilander, con solo 17 años, venció a Guillermo Vilas en cuatro sets en una final que se recuerda por la juventud y el talento del sueco.

El logro de Alcaraz tiene similitudes con los hitos alcanzados por Rafael Nadal, que en 2008, con 22 años, consiguió su quinto título de Grand Slam en Wimbledon.

Este paralelo refuerza la idea de que estamos presenciando el surgimiento de un nuevo dominador en el tenis mundial. De hecho, Alcaraz logró su quinto Major en ese mismo rango de edad, justo en el día que Nadal también había alcanzado esa marca, creando un paralelismo que llena de expectativas al mundo del deporte.

La final de 2025 no solo será recordada por la duración, sino también por el nivel de juego mostrado por ambos finalistas. A pesar de la fatiga evidente, la calidad técnica y la determinación de Sinner y Alcaraz mantuvieron a los aficionados en vilo durante más de cinco horas.

La posibilidad de que la final durara aún más se esfumó cuando Sinner, con un nivel impresionante en el cuarto set, estuvo a punto de cerrar la victoria.

Sin embargo, Alcaraz mostró su temple y fortaleza mental, logrando una remontada que será recordada por muchos años.

El esfuerzo y respeto mutuo entre ambos deportistas reflejan el espíritu del deporte. Juan Martín Del Potro, exnúmero tres del mundo, expresó en redes sociales su admiración por la final y por la conducta de los jugadores y sus equipos, destacando cómo estos campeones aprendieron del legado del