La asociación entre Murray y Djokovic llega a su fin tras una breve etapa de seis meses, marcada por momentos destacados y desafíos en la temporada de ambos tenistas.
En un anuncio que sorprendió a la comunidad tenística internacional, Andy Murray y Novak Djokovic han decidido poner fin a su colaboración como entrenador y jugador por acuerdo mutuo.
La relación, que comenzó en noviembre pasado con la intención de fortalecer aspectos específicos en el juego de Djokovic, duró apenas seis meses, pero dejó varias experiencias y emociones en el camino.
El paso del tiempo fue breve pero intenso. La alianza inició con expectativas altas, especialmente tras la participación de Murray en el equipo de Djokovic para la gira estadounidense y algunos torneos sobre tierra batida.
De hecho, uno de los momentos más destacados fue en el Abierto de Australia, donde Djokovic alcanzó las semifinales, mostrando un rendimiento prometedor antes de una lesión que le obligó a abandonar en medio del partido.
Durante esa competencia, la presencia de Murray en las gradas y su aporte táctico generaron cierta expectativa sobre una posible revitalización en el juego del serbio.
El exnúmero uno del mundo, Djokovic, de 37 años, expresó en declaraciones que la experiencia fue enriquecedora y que valoró mucho la dedicación y profesionalismo de Murray, quien se incorporó en un papel de asesor técnico.
Djokovic también resaltó que, aunque la relación fue corta, la interacción fue profunda, con conversaciones que se tornaron más introspectivas, abordando temas más allá del tenis y tocando aspectos personales y de vida.
Por su parte, Murray, de 37 años y que hizo su primera incursión en el rol de entrenador tras una larga carrera como jugador profesional, mostró gratitud hacia Djokovic y su equipo.
En un mensaje en redes sociales, Murray agradeció a Djokovic por la oportunidad y expresó buenos deseos para su colega en el futuro. “Gracias, Novak, por la oportunidad de trabajar juntos y a su equipo por su esfuerzo. Espero que tenga un buen resto de temporada”, escribió el escocés.
A pesar de un arranque prometedor en Melbourne, donde su contribución táctica fue muy valorada, los resultados de Djokovic en 2024 han sido irregulares.
El serbio ha sido eliminado en la primera ronda en cuatro de sus cinco últimos torneos, incluyendo derrotas sorpresivas en Monte Carlo y, sin una explicación oficial, su ausencia en la pasada edición del Masters de Roma, uno de los eventos clave en la preparación para Roland Garros.
El punto más alto de Djokovic en esta temporada fue en Miami, donde alcanzó la final sin ceder un set, pero perdió en dos tie-breaks cerrados ante el joven Jakub Mensik.
Djokovic, que sigue sin lograr una victoria en tierra batida en 2025, intentará revertir su mala racha en el torneo de Ginebra, donde recibirá una invitación para participar en el ATP 250, preparándose para el próximo Grand Slam en París.
Especialistas y aficionados se preguntan acerca de la forma física y mental del jugador serbio, considerando su rendimiento inconsistente y las lesiones que ha sufrido en los últimos meses.
Sin embargo, Djokovic ha manifestado públicamente su satisfacción por el trabajo con Murray, destacando la alta capacidad de análisis y el alto nivel de tenis que su nuevo entrenador ha aportado en un corto período.
Este capítulo en la carrera de Djokovic y Murray se suma a una larga historia en el mundo del tenis, donde las colaboraciones entre jugadores y exjugadores han sido comunes para buscar mejorar el rendimiento y prolongar la carrera deportiva.
La relación entre estos dos grandes del deporte, aunque breve, será recordada por los momentos de aprendizaje y la amistad que surgió en medio de la competencia.
Mientras tanto, el futuro de Djokovic en tierra batida y en los próximos torneos sigue siendo incierto, pero su determinación de seguir peleando por los títulos más importantes del circuito continúa intacta.
La historia del tenis nos enseña que, incluso en los momentos de cambio y desafíos, la perseverancia y el trabajo en equipo pueden abrir nuevas puertas hacia la gloria.