La reunión de la Comisión Directiva de San Lorenzo este martes será decisiva para definir el rumbo del club en medio de una profunda crisis interna, con posibles renuncias y cambios en la conducción, que podrían desembocar en una transición de gestión y elecciones.

La situación en el Club Atlético San Lorenzo de Almagro atraviesa uno de sus momentos más críticos en los últimos años. Una reunión clave de la Comisión Directiva programada para este martes a las 15 horas puede definir el futuro inmediato del club, en medio de tensiones internas que parecen no tener una solución sencilla.

Desde hace tiempo, la institución azulgrana enfrenta una fuerte crisis dirigencial que ha obstaculizado tanto su gestión económica como deportiva, y que ahora amenaza con provocar un cambio de mando inesperado.

El principal foco de la reunión será la posible reincorporación de Marcelo Moretti como presidente del club, después de que levantara su licencia, así como las múltiples renuncias presentadas en los últimos días, incluyendo las de funcionarios clave.

Entre los renunciantes se encuentran el secretario general, Pablo García Lago, quien en las últimas horas anunció públicamente su alejamiento del cargo debido a diferencias internas con Moretti, aunque mantiene su vocalía.

También han presentado sus renuncias Uriel Barros (a la prosecretaría y a la Comisión Directiva), Julio Lopardo (a la vicepresidencia), Leandro Goroyesky (a la tesorería) y varios vocales, como Culotta, Nordenström, Allievi y García Lago.

La acumulación de estos cambios genera un escenario en el que podría declararse la acefalía del órgano directivo, una situación que obligaría a convocar a una Asamblea para definir una nueva conducción y organizar elecciones.

Este contexto ha desencadenado una fuerte polémica interna. En los últimos días, incluso, surgieron acusaciones de irregularidades, como la denuncia de una falsificación de firma en una declaración jurada relacionada con la participación en un clásico ante Racing que se disputó en Potosí.

La tensión entre los dirigentes también se refleja en la lucha por definir quién asumirá de forma provisoria en la conducción del club en caso de una acefalía.

Dos nombres destacados emergen en esta puja: Andrés Terzano, actual vicepresidente segundo, y Sergio Costantino, un vocal opositor. Sin embargo, no existe todavía consenso, y muchos analistas consideran que la situación podría mantenerse en el limbo si no se logra un acuerdo.

La posibilidad de que algunos dirigentes no se presenten a la reunión en protesta por la falta de un acuerdo completo también suma incertidumbre al proceso.

La falta de quórum podría representar un obstáculo para tomar decisiones en una jornada que para algunos hinchas y socios resulta fundamental. De hecho, en las últimas horas, se han convocado movilizaciones en las puertas del club para expresar el descontento de una parte importante de la hinchada, que pide transparencia y soluciones efectivas ante la crisis.

Históricamente, San Lorenzo ha atravesado momentos difíciles, pero ninguna crisis ha puesto en jaque su estabilidad como la actual. La gestión de Moretti, que comenzó hace unos años, estuvo marcada por algunos avances en lo deportivo, aunque también por decisiones controvertidas y acusaciones de irregularidades en la administración.

La posibilidad de un cambio en la conducción llega en un momento en que el fútbol argentino en general está atravesando cambios importantes, con una economía frágil y una demanda social creciente por transparencia y buen gobierno en los clubes.

El desenlace de esta reunión no solo afectará la estructura directiva del club sino también su futuro a mediano y largo plazo. La historia del fútbol argentino, y en particular la de San Lorenzo, muestra que las crisis institucionales muchas veces terminan en procesos de reorganización que, si se manejan con prudencia, pueden traer restauración y un nuevo impulso para la entidad.

Sin embargo, si se dejan llevar por las confrontaciones internas, el daño puede ser irreversible, agravando aún más la difícil situación económica y deportiva que actualmente enfrenta el club.

Por ahora, la incertidumbre permanece, pero lo que es seguro es que los próximos días serán cruciales para definir si San Lorenzo logrará mantener su estabilidad o si deberá afrontar un proceso de transición que marcará un antes y después en su historia reciente.