Alejandra Oliveras, conocida como 'Locomotora', continúa en terapia intensiva tras presentar un ACV isquémico que le provocó daños cerebrales severos. La excampeona del mundo de boxeo tuvo una patología vascular no controlada previamente, lo que complicó su cuadro clínico y limitará sus posibles secuelas.
Alejandra 'Locomotora' Oliveras, de 47 años, atraviesa momentos muy delicados de salud. La excampeona mundial de boxeo, que recientemente se encontraba realizando tareas como integrante de la función pública en Santa Fe, está internada en estado grave en el hospital Cullen de esa provincia, tras haber sufrido un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico hace aproximadamente nueve días.
El ACV, que ocurrió en la madrugada del lunes 14 de julio, le causó una lesión neurológica severa en el hemisferio izquierdo del cerebro. Desde ese momento, permanece en terapia intensiva, conectada a asistencia respiratoria mecánica y con riesgo de vida. La gravedad del cuadro alarmó tanto a su entorno familiar como a las autoridades médicas, que aseguran que, de no haber llegado a tiempo a la guardia del hospital, la situación podría haber sido mucho peor.
El director del hospital Cullen, Bruno Moroni, informó que a lo largo de estas horas Alejandra Oliveras mantiene signos de estabilidad clínica, aunque con un control neurológico y presión arterial que fluctúan de manera constante.
La lesión cerebral que presenta es irreversible, resultado de una patología vascular previa, que no había sido debidamente controlada y que probablemente fue un factor determinante en el ACV.
El jefe de terapia intensiva del establecimiento, el Dr. Néstor Carrizo, explicó que en las últimas 72 horas la exboxeadora no ha presentado cambios sustanciales, aunque algunos movimientos espontáneos y respuestas mínimas muestran una leve reversión en su estado.
La lesión en el lado izquierdo del cerebro afecta áreas responsables de la motricidad y el lenguaje, por lo que los especialistas temen que pueda presentar secuelas como dificultades en la movilidad o en la comprensión del habla, si logra recuperarse.
Según un especialista en neurocirugía consultado, la llegada tardía al hospital fue un factor clave en su estado actual. Oliveras había llegado más de ocho horas después de que se produjera el ACV, ya que, tras ser encontrada confundida y sin movilidad en un lado de su cuerpo por su hijo, fue derivada a un centro de atención primaria antes de ingresar al Cullen.
Esto dificultó la posibilidad de realizar una intervención de urgencia en la ventana de las primeras cuatro horas, que es el período ideal para tratar este tipo de accidente.
Se sabe que Oliveras presenta un cuadro de hipertensión arterial de larga data, condición que no había sido controlada eficazmente. La resonancia magnética mostró una arteria carótida derecha casi ocluida, con una placa de ateroma calcificada, indicativa de un problema vascular crónico y hereditario, que forma parte de su mochila genética, en línea con antecedentes familiares típicos en las enfermedades cardiovasculares.
El ACV se habría producido mientras la exboxeadora dormía, entre la noche del domingo 13 y el lunes 14. Cuando despertó, ya mostraba dificultades para mover la parte izquierda del cuerpo y un cuadro de confusión, motivo por el cual se notificó a emergencias.
Tras una evaluación inicial en un centro de menor complejidad, fue trasladada al Cullen, donde a las 9:20 de la mañana se le confirmó el ACV por medio de estudios de imagen.
El contexto clínico mejoró parcialmente tras una operación de craniectomía descompresiva, utilizada para reducir la presión intracraneal y evitar daños mayores al cerebro.
Pese a ello, el pronóstico aún es reservado, y en los próximos días se determinará si la salud de Oliveras permite que siga en observación o, en caso de complicaciones, será necesaria una intervención adicional.
Por otro lado, en el ámbito político, Oliveras recientemente fue seleccionada como convencional constituyente en Santa Fe, en una lista que fue aprobada tras una polémica que involucró a algunos sectores políticos y medios de comunicación.
La exboxeadora, conocida por su apodo 'Locomotora', fue noticia también en ese ámbito, aunque ahora su salud es la prioridad absoluta.
Su historia de vida refleja una trayectoria marcada por sacrificios y logros en el deporte, pero también por batallas familiares y personales con la salud.
La comunidad deportiva y sus seguidores permanecen atentos a la evolución de su cuadro clínico, esperando que recupere la mayor cantidad posible de funciones, y destacando la importancia de controlar los factores de riesgo vascular para prevenir futuros accidentes cerebrovasculares en personas con antecedentes similares.