Stefano Di Carlo tomó el mando de River Plate tras ganar las elecciones con un porcentaje histórico de votos y se reunió con el plantel para transmitir paz y confianza ante el crucial partido frente a Boca Juniors.
El pasado lunes por la tarde, Stefano Di Carlo asumió formalmente la presidencia de River Plate tras haberse consagrado en las elecciones del sábado anterior.
Con un porcentaje del 61,77% de los votos, equivalentes a 15.960 sufragios, estableció un récord en la historia del club como el candidato más respaldado en una elección y se convirtió en la figura principal de la institución de Núñez.
Como una de sus primeras acciones en su nuevo cargo, Di Carlo se desplazó hasta el predio RiverCamp en Ezeiza para dialogar con Marcelo Gallardo, técnico del primer equipo, y los futbolistas.
La reunión, según informaron fuentes cercanas a Clarín, tuvo como objetivo brindar un mensaje de unidad y respaldo, en un momento en que el equipo se prepara para un partido de gran relevancia: el Superclásico contra Boca Juniors en La Bombonera.
El anfitrión llegó a las instalaciones antes de que terminara la sesión de entrenamiento matutino del plantel y mantuvo un encuentro con el entrenador y los jugadores.
En ese contexto, según publicaciones, Di Carlo expresó una actitud de apoyo incondicional y optimismo, resaltando la importancia de mantener la cohesión en un escenario de tensión y expectativas.
Desde su llegada al poder, en su discurso inaugural realizado en la terraza tras la Platea San Martín del Estadio Monumental, Di Carlo enfatizó en la necesidad de fortalecer la unión interna del club: “Sepan que estamos todos muy unidos en un espíritu armónico que nos permitirá salir adelante”, manifestó.
Además, puntualizó que el camino hacia los objetivos pasa por tener un proyecto concreto y definido, resaltando que la planificación en el fútbol argentino y en River en particular debe seguir un rumbo claro para afrontar los desafíos.
El nuevo presidente, que mantiene una buena relación con Gallardo, también fue enfático en transmitir serenidad ante los últimos resultados negativos del equipo, como la derrota frente a Gimnasia en La Plata.
En ese sentido, subrayó la importancia de confiar en el proceso y en la visión a largo plazo del club: “El horizonte está claro para todos, y se necesita paciencia y fe en lo que estamos construyendo”.
Además, en un territorio donde la pasión por los colores se vive con intensidad, Di Carlo aprovechó la oportunidad para calmar los ánimos y pedir tranquilidad, asegurando que tanto los dirigentes, el cuerpo técnico y los futbolistas comparten la misma meta: regresar a la senda de buenos resultados y mantener la historia de éxito que caracteriza a River.
Es importante recordar que River Plate, uno de los clubes más grandes del fútbol argentino, ha atravesado diferentes etapas a lo largo de su historia, incluyendo campeonatos internacionales, crisis económicas y cambios en su dirigencia.
La elección de un nuevo presidente suele significar una renovación de energías y propuestas. La apuesta de Di Carlo por la unión y el respaldo al equipo técnico apunta a que el club transite por este nuevo ciclo con mayor estabilidad y optimismo, especialmente de cara a los partidos decisivos como el Superclásico, que siempre despierta expectativas en los hinchas.
En resumen, la llegada de Stefano Di Carlo al mando de River es vista como una oportunidad para fortalecer los vínculos internos y recuperar la confianza en medio de un momento difícil.
La historia de River demuestra que en momentos de adversidad, la unidad y la planificación estratégica son fundamentales para volver a ser protagonistas en Argentina y en el continente.