El equipo de River Plate sufrió una serie de derrotas consecutivas en su estadio por primera vez desde su inauguración en 1938, acumulando cuatro derrotas seguidas y complicando su clasificación a competiciones internacionales. Además, el entrenador Marcelo Gallardo alcanzó las 500 presentaciones en el club en un momento difícil para la hinchada y la plantilla.
El club River Plate vivió un capítulo histórico y sin precedentes en su larga trayectoria, al perder cuatro partidos consecutivos en condición de local en el Estadio Monumental, inaugurado el 26 de mayo de 1938.
Este hecho, que no tenía precedentes en los casi 85 años de historia del club, genera preocupación tanto en la dirigencia como en los seguidores, quienes ven cómo el equipo atraviesa un difícil momento.
Hasta ahora, ninguna hincha de River había sido testigo de una secuencia tan negativa en su propio estadio, lo que hace que esta marca quede grabada en los libros del club.
La derrota contra Gimnasia y Esgrima La Plata por 1-0, en el marco del Torneo Clausura, fue la cuarta en línea, tras perder ante Palmeiras en la Copa Libertadores (1-2), Riestra en la Copa Argentina (1-2) y Sarmiento en el torneo local (0-1).
Esta secuencia negativa fue particularmente dolorosa, ya que la derrota frente a Gimnasia ocurrió en el partido 500 de Marcelo Gallardo como entrenador del equipo.
Gallardo, quien se convirtió en uno de los ídolos más relevantes en la historia de River, alcanzó en ese encuentro un hito importante: las 500 presentaciones al frente del plantel, en una carrera que comenzó en 2014 y que incluyó logros de gran calibre, como la obtención de varias Copa Libertadores y títulos nacionales.
Sin embargo, en la actualidad, la relación entre el técnico y los hinchas se encuentra en un momento de incertidumbre, sobre todo tras la mala racha que afecta al equipo.
El histórico entrenador, que tiene contrato hasta diciembre de 2025, ha mostrado una efectividad de puntos que ronda el 56% en su segunda etapa, pero no ha podido evitar que el equipo no logre un juego convincente ni títulos desde hace un tiempo.
La sequía de logros y los resultados adversos han generado un clima de tensión en ambos bandos. Hasta la fecha, Gallardo ha dirigido 500 partidos en total con River, con un saldo de 272 victorias, 144 empates y 102 derrotas. El equipo anotó aproximadamente 856 goles en estos encuentros y recibió 423. La mayoría de estos partidos corresponden a torneos locales, mientras que también dirigió 56 encuentros internacionales.
En los últimos años, River enfrentó distintos períodos de crisis, pero ninguno como este en términos de derrotas consecutivas en su propia cancha.
La relación entre técnicos y clubes en Argentina siempre ha sido compleja, marcada por épocas de cambios frecuentes. La historia del club registra pérdidas consecutivas en 1926 y en la transición a la Segunda División entre 1905 y 1906, pero ninguna en la magnitud y continuidad actual.
El presente del club también tiene implicaciones en su clasificación a la próxima Copa Libertadores, ya que el equipo quedó a un punto de Argentinos Juniors y Riestra, lo que complica su ingreso directo a la máxima competencia continental.
Los hinchas, por su parte, expresan su desencanto con cánticos como “Ohhh, que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, en referencia a una posible renovación de entrenador y jugadores.
La tendencia actual genera un escenario incierto y preocupante para los seguidores millonarios, que ven cómo la historia reciente muestra que en casi un siglo de historia, no había ocurrido algo similar en términos de derrotas consecutivas en el estadio.
El momento sigue siendo opaco, y la directiva aún no confirma decisiones concretas acerca del futuro de Gallardo. Sin embargo, la historia del club muestra que, aunque River vive momentos de crisis, su grandeza siempre está en capacidad de superar las adversidades, confiando en su rico legado y en la pasión de su gente.
Solo el tiempo dirá si esta crisis será un punto de inflexión para el club, que continúa luchando por recuperar su mejor rendimiento y su sitio en la élite del fútbol sudamericano.