Andrés Merlos, árbitro que actualmente no tiene asignaciones en la Liga Profesional ni en la Primera Nacional tras una serie de controversias, se encontraba en un momento complicado tras la final de la Liga de Casilda.

Este partido, disputado en Los Molinos, concluyó con el triunfo por la mínima diferencia de Belgrano de Arequito sobre Unión Deportiva, con un marcador final de 2-1.

La victoria fue agónica, lograda en los últimos minutos, y dejó emocionalmente afectado al árbitro, quien tuvo un papel destacado en el desarrollo del encuentro al expulsar a dos jugadores por equipo.

El partido, que atrajo a numerosos espectadores, no estuvo exento de incidentes. Tras el pitido final, los hinchas del equipo campeón ingresaron rápidamente a la cancha, generándose una situación caótica que derivó en enfrentamientos entre los aficionados y los jugadores de Unión Deportiva.

La tensión escaló rápidamente, y la Policía local debió intervenir para controlar la situación. Se reportaron balazos de goma, golpes con bastones y gases lacrimógenos utilizados para dispersar a los disturbios.

Uno de los momentos más impactantes fue cuando los agentes policiales rodearon a Merlos, quien había terminado su labor en el campo, para escoltarlo fuera del estadio Pablo Luna.

Alrededor de 30 oficiales colocaron sus escudos para protegerlo de los piedrazos y agresiones. Durante la evacuación, Merlos recibió múltiples insultos y amenazas por parte de algunos asistentes, que no aceptaban los resultados del encuentro.

En total, se reportaron cinco agentes policiales heridos durante los incidentes, además de daños materiales en algunos vehículos policiales que estaban en las inmediaciones.

La situación se mantuvo tensa por varios minutos, pero finalmente las fuerzas de seguridad lograron sacar al árbitro y garantizar la salida del resto de los presentes.

Este episodio se suma a una serie de polémicas en las que ha estado involucrado Andrés Merlos en el fútbol argentino. Previamente, había estado en el centro de la atención tras un incidente en un partido entre Boca Juniors y Talleres de Córdoba, en la Copa Argentina 2024.

En aquella ocasión, el árbitro protagonizó un altercado con el presidente de Talleres, Andrés Fassi, en las inmediaciones del estadio Malvinas Argentinas.

Asimismo, Merlos fue sancionado con una probation por agresiones a un dirigente, Gustavo Gatti, y posteriormente logró revertir esa situación en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) en una disputa contra la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

El contexto de estos sucesos refleja las tensiones actuales en el fútbol argentino, donde los enfrentamientos entre aficionados, dirigentes y árbitros han generado preocupaciones sobre la seguridad y el control en los eventos deportivos.

La violencia en los estadios ha sido un tema recurrente en Argentina, donde la pasión por el deporte a menudo se ha traducido en episodios de agresión y disturbios.

Las autoridades están en alerta, buscando medidas para prevenir futuras situaciones similares y garantizar la integridad del juego y de todos los participantes.

Este tipo de incidentes también afectan la imagen del fútbol local, poniendo en evidencia la necesidad de mejorar la seguridad y promover una cultura de respeto en los recintos deportivos.

Mientras tanto, Andrés Merlos continúa siendo una figura polémica, cuyo caso ha generado debates sobre la autoridad, la justicia y la seguridad en el fútbol argentino.