El club River Plate llevará a cabo sus elecciones presidenciales en un contexto de turbulencias internas, con una particular innovación tecnológica que busca modernizar el proceso democrático en la institución.

En un momento de notable convulsión dentro del mundo del fútbol argentino, River Plate se prepara para realizar sus elecciones presidenciales este sábado, en una jornada que promete marcar un cambio significativo en su gestión institucional.

La votación, que tendrá lugar en el Estadio Monumental desde las 10 hasta las 20 horas, será crucial para definir quién liderará el club en los próximos años y enfrentará desafíos tanto deportivos como administrativos.

Los socios de River, que superan los 87 mil, podrán emitir su sufragio en 125 mesas distribuidas en diferentes sectores del estadio, además de una mesa adicional para casos especiales.

Para votar, los asociados mayores de 16 años con al menos tres años de antigüedad en la institución y cuota al día, deberán presentar su DNI en formato físico.

Este proceso se realiza dentro del marco de una serie de requisitos que buscan asegurar la transparencia y legitimidad del proceso, además de ofrecer facilidades como el estacionamiento gratuito durante dos horas en el mismo estadio y áreas de esparcimiento para menores coordenadas por la Fundación River.

Un aspecto novedoso en estas elecciones es la implementación de la Boleta Única Electrónica, una tecnología que simboliza la modernización del club y que busca agilizar y transparentar la elección, marcando un hito en la historia electoral del club.

Esta innovación refleja una tendencia en el deporte y en las instituciones argentinas en general, hacia la digitalización de procesos que anteriormente requerían papeletas físicas y mayores tiempos de espera.

Dentro del escenario político de River, el oficialismo presenta a Stefano Di Carlo como candidato principal. Di Carlo, de solo 36 años, es secretario general del club y tiene una destacada historia familiar vinculada al club. Su bisabuelo Ángel fue secretario durante la gestión de Antonio Vespucio Liberti, uno de los presidentes más emblemáticos del club, mientras que su abuelo Osvaldo, también conocido como Titi, fue vicepresidente y presidente del Consejo de Fútbol y ejerció como presidente del club en 1983.

Se espera que si logra la victoria, Di Carlo se convierta en el presidente más joven en la historia de River.

Junto a Di Carlo, compiten varias listas ideológicamente diversas. La lista 1, llamada River Primero y liderada por Luis Belli, busca resonar en los sectores tradicionales. La lista 3, Ficha Limpia en River, con Pablo Lunati a la cabeza, hace hincapié en transparencia y limpieza en la gestión. La lista 4, River somos todos, liderada por Carlos Trillo, y la lista 5, River campeón deportivo y social, con Daniel Kiper, completan un panorama electoral con diferentes visiones para el futuro institucional.

Las candidaturas incluyen también otros cargos como vicepresidentes y vocales, además de los integrantes de las juntas directivas y fiscales, que tendrán en sus manos la responsabilidad de decidir el rumbo deportivo y social del club.

La elección final determinará quién sucederá a Jorge Brito, quien en estos momentos lidera el club y que tras un período marcado por desafíos económicos y deportivos, ha comenzado una transición importante.

El resultado de estas elecciones será clave para River, no solo por la continuidad o cambios en su gestión, sino también por el impacto que tendrá en la preparación para partidos importantes, incluyendo el enfrentamiento en el Superclásico contra Boca Juniors, programado para el domingo 9 de noviembre en La Bombonera.

La asunción del nuevo mandatario está prevista para el lunes a las 18 horas, momento en el cual se oficializará el cambio de mando y se dará inicio a una nueva era institucional con posibilidades de renovación tanto en la gestión deportiva como en la estrategia dirigencial.

Históricamente, River Plate ha sido uno de los clubes más destacados del fútbol argentino y sudamericano, con una historia que se remonta a su fundación en 1901.

La institución ha pasado por diferentes etapas de éxito y crisis, incluida la memorable época dorada de los años 80, en la que conquistó múltiples títulos nacionales e internacionales, y recientes problemas económicos que afectaron su rendimiento.

La elección actual representa más que un cambio de cargos: simboliza la posibilidad de un nuevo comienzo en medio de los retos actuales, con la tecnología como aliada para fortalecer la democracia interna.