River Plate logra un empate desesperado contra Talleres, pero su juego deja insatisfechos a los fanáticos.

Marcelo Gallardo, Director Técnico de River Plate, se mostró al finalizar el encuentro en el Estadio Monumental, después de que el árbitro Nazareno Arasa diera por terminado el partido.

El saludo que Gallardo dedicó a sus jugadores era más un gesto de protección que de alegría, ya que desde las gradas se escuchaban silbidos que reflejaban el descontento de los aficionados tras el 1-1 contra Talleres de Córdoba.

Este resultado, insatisfactorio por donde se lo mire, no solo se debió al empate, sino también a la limitada actuación del equipo, que aún no asegura su pase a los playoffs del Torneo Apertura.

El gol que rescató a River llegó en el minuto 86, cuando el delantero Miguel Borja conectó un cabezazo que, tras un preciso centro de Gonzalo Montiel, pareció ser un salvavidas en un ambiente tenso.

Este gol se produjo en un momento crítico, con los hinchas coreando cánticos que instaban al equipo a mostrar más entrega: “¡Movete River, movete!” y “¡Pongan más huevos!”.

Los aficionados de River Plate conocen bien esta historia, ya que el equipo ha repetido el mismo guion en varias ocasiones, lo que ha generado un sentimiento de monótono desencanto.

River tiene la posesión del balón, pero rara vez utiliza esa ventaja de manera efectiva. La falta de dinamismo y pasión limita su capacidad ofensiva. Aunque se intentan generar jugadas por las bandas, la profundidad y la precisión en los pases brillan por su ausencia.

En la primera mitad, apenas a los 30 minutos, se produjo la primera jugada de peligro. Castaño asistió a Driussi, quien dejó a Colidio en un mano a mano con el portero Herrera, pero este último se anticipó a la definición del ex Tigre, lo que representó una gran oportunidad perdida para los locales.

En este partido, la figura más destacada parecía ser Franco Mastantuono, un joven de 17 años que, a pesar de su corta edad, ha logrado convertirse en una esperanza para el equipo.

En el segundo tiempo, el estratega interino de Talleres, Pablo Guiñazú, hizo un cambio trascendental al introducir a Valentín Depietri. En una rápida carrera, Depietri aprovechó un error en la defensa de River para adelantarse en el marcador. Este gol impactó a River, que se quedaba desprotegido tras un intento de recuperar el balón.

Luego de este gol, Gallardo hizo ajustes que intentaron revertir la situación, como el ingreso de Miguel Borja y la salida de Enzo Pérez. Estos cambios, aunque desorientaron al equipo, resultaron en una mejora en el juego, permitiendo que Borja empatara cerca del final. Sin embargo, la oportunidad de ganar se escapó cuando Borja no logró conectar correctamente con el balón en el último segundo.

El resultado fue un 1-1 que dejó a River Plate con un sabor amargo, ya que, aunque logró evitar la derrota, se siente que el equipo continúa perdiendo su identidad y conexión con el juego apasionante que lo definía en temporadas anteriores.

La afición es clara en su mensaje: esperan más esfuerzo y corazón en el campo para poder ver a su equipo triunfar nuevamente.